El sacrificio es parte de la vida. Es algo que debe asumirse. No es algo que se deba lamentar. Es algo a lo que debemos aspirar. Pequeños sacrificios. Grandes sacrificios.
Mitch Albom
Vivir es lo más peligroso que tiene la vida.
Alejandro Sanz
Cerró las puertas a la poesía y no regresó jamás.
Antonio Brañas
El poeta verdadero es el que tiene la facultad de ver lo invisible en lo visible y de percibir el corazón sagrado de la carne y de las cosas.
Beatriz Villacañas
No digas jamás haré, sino hago; ni iré, sino voy.
Fernán Caballero
Creo que el mayor activo que un presidente puede tener es la capacidad de obtener una buena noche de sueño.
Harold Wilson
Cómo vivir con la certidumbre de que la ausencia ha puesto sitio a nuestra casa ya en sombra.
Hugo Gutierrez Vega
No hay arquitectura más excelsa que la basada en la simplicidad.
John Ruskin
No hay ninguna razón para que un individuo tenga una computadora en su casa.
Kenneth Olsen
Cada uno de nosotros está siempre trabajando con el niño de tres años que todos llevamos dentro. Lamentablemente, nos pasamos la mayor parte del tiempo gritándole, y después nos preguntamos por qué será que nuestra vida no funciona.
Louise Hay
Diálogo entre Luis D'Elía y el actor y conductor radial Fernando Peña.
Luis D'Elía
No sé de nadie que haya llegado a lo más alto sin trabajar duro. Esa es la receta. No siempre te llevará a lo más alto, pero debería acercarte bastante.
Margaret Thatcher
Purifica tu corazón antes de permitir que el amor se asiente en él, ya que la miel más dulce se agria en un vaso sucio.
Pitágoras
No se nace mujer: llega una a serlo. Ningún destino biológico, físico o económico define la figura que reviste en el seno de la sociedad la hembra humana; la civilización en conjunto es quien elabora ese producto intermedio entre el macho y el castrado al que se califica como femenino.
Simone de Beauvoir
La verdad es tan poderosa como un animal salvaje e, igual que este, no puede permanecer enjaulada.
Veronica Roth
El hombre puede conservar su valor, su dignidad, su generosidad. O bien, en la dura lucha por la supervivencia, puede olvidar su dignidad humana y ser poco más que un animal, tal como nos ha recordado la psicología del prisionero en un campo de concentración.
Viktor Frankl