Lo único que puede detenerte eres tú.
Milo Ventimiglia
En el teatro, tienes que ser consciente de todo tu cuerpo, ya que implica la resistencia. Se trata de dos horas y media y una liberación sostenida de energía, tal vez por seis meses.
Alan Rickman
Sólo los sueños y los recuerdos son verdaderos, ante la falsedad engañosa de lo que llamamos el presente y la realidad.
Alejandro Dolina
Miriam había utilizado poderosamente sus armas de mujer al dejarle con la palabra en la boca mientras se ausentaba escaleras arriba, hacia el tocador de señoras. Las caderas provocando más de lo normal, sus largas piernas dentro de aquellas medias de rejilla. Todo para demostrar que no tenían nada de sexo débil, ellas eran las que regían el mundo.
Armando Rodera
Las disputas en las relaciones amorosas siempre surgen, en el fondo, de los fundamentos en que estas se basan.
Arthur Schnitzler
Una risa vale más que cien lamentos en cualquier parte del mundo.
Charles Lamb
Infinito: Mayor que la cosa más grande que haya existido nunca, y más. Mucho mayor que eso, en realidad; verdadera y asombrosamente enorme, de un tamaño absolutamente pasmoso, algo para decir: vaya, qué cosa tan inmensa.
Douglas Adams
La burocracia destruye la iniciativa. Hay pocas cosas que los burócratas odien más que la innovación, especialmente la innovación que produce mejores resultados que las viejas rutinas.
Frank Herbert
La falta de dinero es la raíz de todo mal.
George Bernard Shaw
Cuando el tiempo pase y tu me olvides, silencioso vivirás en mí; porque en la penumbra de mis pensamientos, todos los recuerdos me hablarán de tí
Gustavo Adolfo Bécquer
La fama es el manjar de los muertos; yo no tengo estómago para tal vianda.
Henry Austin Dobson
La ley justa no es precisamente aquella que hace sentir sus efectos sobre todos, sino la que está hecha para todos; el efecto de la ley para esta o aquella persona en particular, no es más que un mero accidente.
Joseph de Maistre
No estoy interesado en lo que la gente piensa de mí. No soy Michael Schumacher.
Kimi Räikkönen
Cada uno de nosotros tenemos en nosotros mismos un cielo y un infierno.
Oscar Wilde
Dejemos con toda libertad a los sabios el privilegio de no contradecirse nunca.
Søren Kierkegaard
Esperaba la muerte con una dulce esperanza. Como he mencionado más de una vez, el futuro presentaba una carga pesada para mí. Desde el principio me oprimía la idea de vida con todos los deberes que conllevaba.
Yukio Mishima