Escribo por el placer de contradecir y por la felicidad de estar solo contra todos.
Milan Kundera
En aquel tiempo, cualquier cosa en la corte de ese reyjoven, simpático, mujeriego, piadoso y fatal para las pobres Españas que fue el buen don Felipe Cuarto podía ser comprada con dinero; hasta las conciencias. Tampoco es que hayamos cambiado mucho desde entonces.
Arturo Pérez-Reverte
Mucho has perdido si un amigo has perdido, y será bien dificultoso hallar otro.
Baltasar Gracián
Los jóvenes debéis ir en pos de la verdad para ser verdaderamente libres.
Benedicto XVI
Ni al mar irritado, ni a los monstruos acuáticos, ni a la ruidosa tempestad, ni al cielo, ni a la tierra; no tenía miedo a cosa alguna creada por Dios más que a su bendita mujer.
Benito Pérez Galdós
Con el ruido de la guerra no oigo el de las leyes.
Cayo Mario
Como un último retrato, en nuestros ojos impresas lucirán nuestras miradas.
Concha Méndez
Nadie debería morir en un tren yendo al curro, nadie debería morir por el control del crudo.
El Chojin
Nunca se tiene la libertad de amar o de dejar de amar.
François de La Rochefoucauld
Días que se queman lentamente, conjuro antiguo, encantamiento, los dioses sostienen la balanza durante una hora titubeante.
Gottfried Benn
No existe el fracaso, salvo cuando dejamos de esforzarnos.
Jean-Paul Marat
Muchos hombres creen que soy un concepto, o que quizás les complemento, o que voy a darles vida. Sólo soy una mujer jodida que busca su propia paz de espíritu, no me asignes la tuya.
Kate Winslet
Todo lo que el hombre hace a los animales, regresa de nuevo a él. Quien corta con un cuchillo la garganta de un buey y permanece sordo ante los bramidos de temor, quien es capaz de matar impávido a un atemorizado cabrito, y se come el pájaro, al que él mismo ha alimentado, ¿cuán lejos está del crimen un hombre así?
Pitágoras
Toda alma es una melodía que se trata de volver a ensamblar.
Stéphane Mallarmé
Había un hombre con una lengua de madera que intentaba cantar, y en verdad eso era lamentable. Pero hubo uno que oyó el claqueo de esa lengua de madera y supo que el hombre quería cantar. Y con esto el cantante se sintió feliz.
Stephen Crane
Recuerdo el rostro de mi padre como un hueco en la muralla, sábanas manchadas de barro, piso de tierra. Mi madre día y noche trabajando, llantos y gritos.
Víctor Jara