Misterios insondables, nos gritarán los teólogos. Tonterías insoportables, les responderemos nosotros.
Mijaíl Bakunin
Un libro no existe en tanto alguien no lo lea. Y nunca nadie lee el mismo libro.
Ana María Matute
Solamente los débiles eluden la confrontación con hombres que no piensan como ellos. Ninguno de los estadistas de las grandes naciones occidentales rehúsan hablar con los dirigentes de los países comunistas. Nosotros no queríamos ser jamás gobernantes de un pueblo que tiene miedo de confrontar sus ideas con otras ideas.
Arturo Frondizi
Adelante de los pasos de un hombre siempre van los pasos de una mujer.
Elena Garro
La felicidad es un bien extraño que no siempre sabemos reconocer por su envoltorio.
Esther Aparicio Hernández
Se debería informar a los tratadistas que existe la elipsis.
Fernando Arrabal
No es el haber recibido una lección lo que nos salva, sino el haber sabido aprovecharla.
George Canning
Desde luego que pensé que Palpatine era un personaje bastante bueno. Me gustó la noción de que no tenía ninguna sutileza psicológica o profundidad, él era sólo el mal y la palabra más sucia en su vocabulario era amigo. Pensé: es fabuloso!.
Ian McDiarmid
He de portarme siempre como si la norma de la conducta de mis actos hubiera de convertirse en ley universal.
Immanuel Kant
Es falso que yo tenga derecho a vivir de mi obra. Lo que tengo derecho es a intentarlo.
Juan Gómez-Jurado
Los campesinos ricos y los arribistas dentro del Partido se pasaron en masa al enemigo.
Mao Zedong
De todos los malos epítetos que pueden darse a la Luna, quizá no haya otro más infeliz, que éste de redonda.
Marcelino Menéndez Pelayo
¡A buscar ventura, que la halla el que se muda!
Miguel de Cervantes
La valentía es la voluntad de decir la verdad sobre lo que ves y de ser dueño de lo que dices.
Seth Godin
La buena apariencia es poder, porque, siendo una promesa de bien, procura a los hombres el favor de las mujeres y de los extraños.
Thomas Hobbes
La interacción sexual es una fraternidad de egoístas. El sexo, por su parte, es una lección egoísta.
Valérie Tasso