Puedo arrastarme a tu puerta, puedo hacer que estés despierta las mil y una noches porque estoy atado a un sentimiento, solo estoy atado a un sentimiento y vivo atado a un sentimiento.
Miguel Mateos
¿Cómo sabes si la Tierra no es más que el infierno de otro planeta?
Aldous Huxley
Hay grandes viajeros que nunca han salido de su barrio y turistas que han recorrido el mundo sin por ello ser viajeros.
Fernando Sánchez Dragó
Pensar y obrar, obrar y pensar es la suma de toda sabiduría.
Goethe
El niño se alimenta los primeros años del pecho de la madre, pero de su corazón toda la vida.
Henry Ward Beecher
El mejor cumplido que he recibido en mi vida vino del Presidente Mao de China. Cuando fui allí, en un momento en que nadie quería tocar a China con un poste de 10 pies, Mao me dijo que soy hermosa porque soy natural, y me dijo que es natural de la perfección. Por lo tanto, no hay difamación puede disminuir a mí ya mi perfección.
Imelda Marcos
El bello sexo tiene tanta inteligencia como el masculino, pero es una inteligencia bella; la nuestra ha de ser una inteligencia profunda, expresión de significado equivalente a lo sublime.
Immanuel Kant
Lágrimas no son argumentos.
Joaquim Machado de Assis
No pisaré Gibraltar mientras no haya una bandera española.
José Manuel García-Margallo
Jamás hubiera creído que es tan complicado mantener a nuestro lado a la persona que más queremos y deseamos en el mundo.
Mathias Malzieu
No permitas que tu lengua corra más que tu inteligencia.
Quilón de Esparta
El afligido cree con más facilidad lo que desea.
Séneca
El arte es el acto de realizar un trabajo significativo mientras bailas con una voz interior que te grita que pares.
Seth Godin
Yo no tenía ninguna esperanza, y sin embargo vivía de esperanzas; desde que ella había desaparecido, no me quedaba otra cosa. No sabía qué descubrimientos, qué burlas, qué torturas me aguardaban aún. No sabía nada, y me empecinaba en creer que el tiempo de los milagros crueles aún no había terminado.
Stanisław Lem
Si las mujeres conociéramos nuestra verdadera capacidad para el cambio, nuestro brutal instinto de supervivencia y de recuperación, nos sentiríamos casi indestructibles.
Vanessa Montfort
Cuando llegues al final de lo que debes saber, estarás al principio de lo que debes sentir.
Yibrán Jalil Yibrán