Cuando pierdas el temor, algo nuevo encontrarás.
Miguel Mateos
Nada sucede por casualidad, en el fondo las cosas tienen su plan secreto, aunque nosotros no lo entendamos.
Carlos Ruiz Zafón
Todo lo que vemos desfilar ante nuestros ojos, todo lo que imaginamos, no es sino un sueño dentro de otro sueño.
Edgar Allan Poe
Oh puertas de tu cuerpo, son nueve y las he abierto todas. Oh puertas de tu cuerpo, son nueve y para mí se han vuelto a cerrar todas.
Guillaume Apollinaire
Ahora es el tiempo de los claroscuros, de las manos memoriosas, de esta indecisión con la que llega la mañana y entran por las rendijas los dedos del sol.
Hugo Gutierrez Vega
El pintor interpreta la realidad y la cámara la plasma. Todo en la primera es ficción, mientras que la segunda es la suma de lo real más la sensibilidad del fotógrafo.
Isabel Allende
La mente de un hombre es capaz de todo, porque todo está en ella, el pasado y el futuro.
Joseph Conrad
Nos comprometemos a instruir gratuitamente a todos los niños pobres que nos presente el señor párroco.
Marcelino Champagnat
No tengo ganas de preocupaciones. Cuando estreno sombrero me hace el efecto de que todos los números que conozco se borran de mi cabeza.
Margaret Mitchell
No se trata de que sea necesario conseguir algo, sino de que es necesario salirse de donde se está.
Marguerite Duras
No pretendas haber explorado la esencia de la vida si no has amado. El oído, la vista, el gusto, la seriedad, la diversión, el amor y el triunfo son alegrías que se elevan en aquel cuyo corazón está colmado de amor, desde la primera mirada.
Naguib Mahfuz
La razón o el juicio es la única cosa que nos hace hombres y nos distingue de los animales.
René Descartes
Las mujeres están dominando en la música ahora mismo, porque somos seres muy competitivos.
Rihanna
Un conjunto de buenas imágenes puede ser detestable.
Robert Bresson
El amor tiende a llegar cada vez más lejos. Pero tiene un límite. Cuando ese límite se sobrepasa, el amor se vuelve odio. Para evitar ese cambio, el amor debe hacerse diferente.
Simone Weil
Después de todo, yo soy en parte dueña de mi propia vida y J. R. no puede vivir la suya aparte de la mía.
Zenobia Camprubí Aymar