Aquí estoy para vivir mientras el alma me suene, y aquí estoy para morir, cuando la hora me llegue, en los veneros del pueblo desde ahora y desde siempre. Varios tragos es la vida y un solo trago es la muerte.
Miguel Hernández
El genio del sueño es un omnipotente arquitecto.
Enrique Lihn
No está la felicidad en el cumplimiento de los deseos, sino que está en no tenerlos; que rico es el que posee, pero feliz el que nada desea.
Fernán Caballero
No cargar la vida bajo el peso de los valores superiores, incluso los heroicos, sino crear valores nuevos que sean los de la vida, que hagan de la vida lo ligero o lo afirmativo.
Gilles Deleuze
La fraternidad es una de las más bellas invenciones de la hipocresía social.
Gustave Flaubert
La elección de un sistema de educación es más importante para un pueblo que su gobierno.
Gustave Le Bon
No puedes meterte con un militar y esperar una palmadita en la espalda.
Javier Gutiérrez
Al final, ser presidente consiste en recibir la última llamada. Hay un momento en el que no cabe consultar a nadie más y uno se enfrenta en soledad a la decisión.
José María Aznar
La fe no es creer lo que no vimos, sino crear lo que no vemos.
Miguel de Unamuno
Ante cualquier desavenencia no caigamos en el error de dudar o bien de su inteligencia, o de su buena voluntad.
Otto von Bismarck
... es cierto que aspiramos a llevar repesentantes de nuestras ideas al municipio, a la diputación y al parlamento, pero jamás hemos creido, ni creemos que desde allí pueda destruirse el orden burgués y establecer el orden social que nosotros defendemos.
Pablo Iglesias Posse
Yo lo hago igual, pero distinto...
Pepe Carroll
La muerte es una deuda.
Richard Brinsley Sheridan
En las dos últimas semanas antes del levantamiento, se advertía en algunos líderes del Gobierno cierto ánimo de provocar una sublevación.
Stanley G. Payne
Los cuarenta son la edad madura de la juventud; los cincuenta la juventud de la edad madura.
Victor Hugo
¿Quién podría soportar los latigazos y burlas de la vida, las injusticias del opresor, las contumelias de un hombre orgulloso, las angustias de un amor desdeñado, las dilaciones de la ley, las insolencias de la servidumbre y los desprecios que un hombre de mérito recibe de gentes indignas, cuando todo podría concluirse con un simple estilete?
William Shakespeare