Sangre remota. Remoto cuerpo, dentro de todo: dentro, muy dentro de mis pasiones, de mis deseos.
Miguel Hernández
Con ánimo rebozante y alegre entreguémonos a nuestro trabajo, aun cuando éste parezca insuperable.
Adolfo Kolping
No renuncio a ninguno de mis derechos, porque más que míos son depósito acumulado por la Historia, de cuya custodia ha de pedirme un día cuenta rigurosa. Espero que no habré de volver, pues ello sólo significaría que el pueblo español no es próspero ni feliz.
Alfonso XIII de España
Cada día hay que empezar a vivirlo como si fuese el primero.
Anónimo
Para andar por el mundo es menester ir bien abastecido de cautela y de indulgencia: aquélla sirve para protegernos de daños y pérdidas; esta última, de pleitos y de pendencias.
Arthur Schopenhauer
Se oscurece el sol al mediodía y enmudece la música del alba cuando hay tristeza en el corazón.
Edward Young
En llegando uno a viejo no quisiera morir nunca, y es que entonces todos los hilillos que nos ligan a la tierra son cables.
Eugénie de Guérin
Solamente cuando está uno en el extranjero aprende el hechizo de la lengua materna; sólo en el extranjero se conoce lo que quiere decir patria.
Gustav Freytag
El más valeroso y el más fuerte es aquel que con mayor libertad es capaz de poner sus palabras, pues nada es tan difícil como arrancarlas de sus falsas y sólidas conexiones.
Hugo von Hofmannsthal
El amor tiene fácil la entrada y difícil la salida.
Lope de Vega
Atreverse es lanzarse a triunfar con tal perseverancia hasta llegar a la cima.
Miguel Ángel Cornejo
Aprieta, caballero, la lanza, y quítame la vida, pues me has quitado la honra.
Miguel de Cervantes
En el vino está la verdad.
Platón
Perdemos lo seguro por buscar lo incierto.
Plauto
Si hacemos todo cuanto nos dicen, si seguimos al pie de la letra las reglas del juego social, la vida se vuelve previsible, porque no puedes hacer otra cosa que lo que los demás esperan de ti.
Rafael Estrada Delgado
El orden involuntario alimenta la insatisfacción, madre del desorden, padre de la guillotina. Las sociedades autoritarias son como el patinaje sobre hielo: Intrincadas, de una precisión mecánica y, sobre todo, precarias. Dentro de la frágil corteza de la civilización se agita el caos... y existen lugares donde el hielo es delgado a traición.
V De Vendetta