Me dejó la amarga impresión de que lo que había visto a través de su pupila estancada era la sombra de la muerte.
Miguel Delibes
La más bonita sin duda eres tú
Amaia Montero
Las reglas del juego han cambiado: han llegado las descargas en Internet de la forma más intensa que podíamos imaginar, cada vez hay menos tiendas donde exhibir nuestros productos, también hay problemas de promoción, exhibición...
Ángeles González-Sinde
¡Y es así como entonces se lanzó a la vida! Para madurar y, a pesar de todo, permanecer siempre fiel a sí mismo.
August Strindberg
La bondad implica también la capacidad de decir no.
Benedicto XVI
Me encanta que haya agasajo cuando esté viva. Cuando esté muerta, que me dejen en paz.
Chavela Vargas
No hago nada, es cierto. Pero veo pasar las horas lo cual vale más que tratar de llenarlas.
Emil Cioran
El dolor dice: ¡pasa!; pero todo placer quiere eternidad, quiere profunda eternidad.
Friedrich Nietzsche
No se puede polemizar con el vacío.
Gustavo Bueno
Para mí, escribir una novela es enfrentarse a escarpadas montañas y escalar paredes de roca para, tras una larga y encarnizada lucha, alcanzar la cima. Superarse a uno mismo o perder: no hay más opciones. Siempre que escribo una novela larga tengo grabada esa imagen en mi mente.
Haruki Murakami
Donde hay felicidad, hay creación. Cuanto más rica es la creación, más profunda es la felicidad.
Henri Bergson
Ni la sociedad, ni el hombre, ni ninguna otra cosa deben sobrepasar para ser buenos los límites establecidos por la naturaleza.
Hipócrates
Muy gran valor es vencer a los enemigos con armas, pero cosa de mayor prudencia desterrar y ahuyentar los vicios de la paz.
Juan de Mariana
Hay muchos como yo, gatos sin dirección, y después preguntan por qué la juventud ama solo el Rock&Roll.
Miguel Mateos
Los hombres pueden ser muy sabios y, sin embargo, muy miserables. Es fácil ser un gran matemático o astrónomo sublime, pero muy difícil ser un buen hombre.
Oliver Goldsmith
Quien no sepa matemáticas no puede conocer ninguna ciencia y, más aún, no puede descubrir su propia ignorancia ni encontrar el remedio apropiado para ella.
Roger Bacon