La vida era el peor tirano conocido.
Miguel Delibes
Creas en lo que creas, sea en la existencia de un ser supremo, en la providencia, en una conciencia, una voluntad, un destino, una justicia celestial, o nada de todo eso, sino en el total absurdo del mundo y la existencia, en cualquier caso estás pensando en Dios.
Arthur Schnitzler
Tranquil camarada, la paciencia es una virtud.
Arturo Pérez-Reverte
Propongamos sin miedo una gran asamblea donde allí se proclame que la gente se ame contra viento y marea, desterrar la codicia, tirar la injusticia desde una azotea y colgar un letrero que diga te quiero y todos lo vean.
Eladia Blázquez
La mujer adora al hombre igual que el creyente adora a Dios; pidiéndole todos los días algo.
Enrique Jardiel Poncela
¿Dioses? Tal vez los haya. Ni lo afirmo ni lo niego, porque no lo sé ni tengo medios para saberlo. Pero sé, porque esto me lo enseña diariamente la vida, que si existen ni se ocupan ni se preocupan de nosotros.
Epicuro
Las mujeres estamos siempre como presentando un examen, quizá no sabemos todo el tema a la perfección, pero damos lo mejor de nosotras mismas.
Hillary Clinton
Usted echa mucho de menos a Saddam Hussein.
José María Aznar
A algunos les encantaría haber salido en la foto de las Azores.
El conocimiento es problema de la ciencia y ésta no admite ni la menor deshonestidad ni la menor presunción; lo que exige es ciertamente lo contrario; honestidad y modestia.
Mao Zedong
Cuando uno llega a percibir que una calle no le es extranjera, sólo entonces la calle deja de mirarlo a uno como a un extraño.
Mario Benedetti
Para ser capaz de regalar riquezas es obligatorio desear tenerlas. Esta es la única manera en que serás verdaderamente rico.
Muhammad Ali
Las buenas intenciones pueden tener valor en un sistema ético; pero en arte, no. No basta tenerlas; se ha de realizar la obra.
Oscar Wilde
Tenemos que dar lo mejor de nosotros y al mismo tiempo renunciar a toda esperanza de resultados.
Pema Chödron
Los americanos buenos, cuando mueren, van a París.
Thomas Gold Appleton
La historia la escriben los ganadores... y los historiadores, supongo.
Winston Churchill