Más vale buena esperanza que ruin posesión.
Miguel de Cervantes
Grande el salmón, que navega contra corriente para vivir.
Andrés Calamaro
Si un amor se va no llores, por que las lágrimas no te dejarán ver al que viene.
Anónimo
El infierno está lleno de buenas voluntades o deseos.
Bernardo de Claraval
Tengo miedo de escribir, es tan peligroso. Quien lo ha intentado, lo sabe. Peligro de revolver en lo oculto y el mundo no va a la deriva, está oculto en sus raíces sumergidas en las profundidades del mar. Para escribir tengo que colocarme en el vacío.
Clarice Lispector
¿Qué es lo que marca mejor a la Iglesia Universal? Pues que ofrece a toda persona lo que más necesita y que no puede conseguirse en ninguna otra parte.
Gilbert Keith Chesterton
He aprendido a no decir nunca.
Gwyneth Paltrow
Ya sabéis el modo de ser libres; a vosotros toca señalar el de ser felices...
Iturbide
La paz tiene sus victorias, no menos renombradas que las de la guerra.
John Milton
¿Campana...? le he puesto cisne, porque es más que un ganso.
Luis Juez
Las necesidades y la complejidad de la vida moderna plantean a este fenómeno del intercambio de informaciones demandas más intensas que en cualquier otra época; la prensa, los museos, los laboratorios científicos, las universidades, las bibliotecas y los libros de texto han de satisfacerlas o fracasarán en sus propósitos.
Norbert Wiener
La derrota de ETA es mucho más que la derrota de sus comandos militares, entre comillas, es que pierda la esperanza, ellos y los que les apoyan, de conseguir algo de la democracia y de la política con el uso de terror.
Rosa Díez
La desigualdad, hoy, no se puede atribuir sólo a la insaciable glotonería capitalista, aunque es indiscutible que ésta fue artífice y sostenedora de su inicial creación y desarrollo.
Rubén Blades
Escuchar mis canciones es como leer mi diario.
Taylor Swift
Antes de invertir tus ahorros asegúrate de tener el fondo de emergencia, ya que sin él cualquier inversión que hagas sufrirá mucho más riesgo.
Vicente Hernández Reche
La esperanza es una virtud cristiana que consiste en despreciar todas las miserables cosas de este mundo en espera de disfrutar, en un país desconocido, deleites ignorados que los curas nos prometen a cambio de nuestro dinero.
Voltaire