Es querer atar las lenguas a los maldicientes lo mismo que querer poner puertas al campo.
Miguel de Cervantes
El atardecer, sentado en mis rodillas se como una naranja: galopan mis días perdidos de ayer, mis días de hoy duermen.
Amaia Montero
Adonde se inclina el corazón, allí se inclina el pie.
Anónimo
Una máquina puede hacer el trabajo de 50 hombres corrientes. Pero no existe ninguna máquina que pueda hacer el trabajo de un hombre extraordinario.
Elbert Hubbard
La justicia es una constante y perpetúa voluntad de dar a cada uno lo que le toca.
Francisco de Quevedo
Te despistas una vez, una sola vez, te sales de la carretera y se acabó. Y ya nada vuelve a ser lo mismo.
Javier Cámara
Qué es el progreso en la vida sino hacer un esfuerzo disciplinado por elevar los estándares.
Jorge González Moore
La justicia es la verdad en acción.
Joseph Joubert
Me atraen los obstáculos que tengo que superar. Me gustan los retos, todo lo que resulta difícil de conseguir.
Madonna
Los placeres en proyecto son el origen del infortunio.
Manuel Azaña
Parece que los gitanos y gitanas solamente nacieron en el mundo para ser ladrones: nacen de padres ladrones, críanse con ladrones, estudian para ladrones, y, finalmente, salen con ser ladrones corrientes y molientes a todo ruedo, y la gana del hurtar y el hurtar son en ellos como acidentes inseparables que no se quitan sino con la muerte.
Cuando piso un escenario, no importa nada mas. No pienso que es trabajo. Es tan divertido.
Miley Cyrus
Mientras las corridas de toros continúen, se continuará reforzando la idea, según la cual los animales no son más que cosas que podemos utilizar a nuestro gusto, e incluso sacar provecho de su sufrimiento como parte de un espectáculo para el entretenimiento del público.
Peter Singer
Muchas personas aseguran recordar sus vidas anteriores. Yo por mi parte, afirmo que puedo recordar una vida presente distinta. No conozco a nadie que haya hecho declaraciones como ésta, pero sospecho que mi experiencia no es única.
Philip K. Dick
Quien adelante no mira, atrás se queda.
Proverbio
Estuve sentada largo rato en una esquina de tu nombre. Y vino la tarde a suplicarme que no te pronunciara.
Rocío Biedma