El hombre orgulloso puede aprender de la humildad, pero se siente orgulloso de ella.
Mignon McLaughlin
Oyéndoles hablar, me ha parecido a veces que la lengua es un órgano que les estorba.
Benito Pérez Galdós
No se queda uno porque quiera a alguien: dejamos de irnos si no detestamos a nadie, y nos vamos cuando odiamos. Sólo lo desagradable nos mueve a obrar. Somos cobardes.
Boris Vian
¡Eh! Mira... Mira a tu espalda, cuantos amigos... ¿Ya hiciste a alguien feliz hoy? ¿O hiciste sufrir a alguien con tu egoísmo?
Charles Chaplin
Las mujeres son la sonrisa de la naturaleza: el sostén del hombre en los dos extremos de su vida, y en su centro, el placer.
Filippo Pananti
Los imperios se mantienen si la represión cede el paso al consenso.
Henry Kissinger
Evitemos, pues, el suplantar con “nuestro mundo” el de los demás.
José Ortega y Gasset
Un pueblo no sólo ha de saber vencer, sino también ser vencido. Manifiesta cierta pobreza de espíritu no estar dispuesto a ver en la derrota una de las caras que puede tomar la vida.
Cada uno acepta lo que va descubriendo de sí mismo en las miradas de los demás, se va formando en la convivencia, se confunde con el que suponen los otros y actúa de acuerdo con lo que se espera de ese supuesto inexistente.
Juan Carlos Onetti
Perder las formas, da luz verde a la otra persona para que también las pierda contigo.
Lola Kabuki
No aparentemos saber cuando no sabemos.
Mao Zedong
Mejor es morir como pobre que vivir como miserable.
Periandro
Cuando tú, al mirarme en la nada, inventaste la primera palabra. Entonces, nuestro encuentro.
Rafael Alberti
Creo que es muy importante asentar nuestra convivencia en una memoria viva y no en un olvido ficticio. Creo que no es posible olvidar; es posible no limitarse a la memoria de lo trágico y tomar otros gestos y otros posicionamientos.
Santiago Kovadloff
El último paradigma consiste en buscar una solución mejor de la que nadie haya podido pensar antes, en lugar de quedar atrapados en un ciclo de ataques recíprocos.
Stephen Covey
En un pueblo libre es más poderoso el imperio de la ley que el de los hombres.
Tito Livio