La vieja relación al texto, por medio de la cual el Renacimiento definía la erudición, se transforma ahora: en la época clásica se convierte en la relación con el puro elemento del idioma.
Michel Foucault
La pereza camina tan despacio, que la pobreza la alcanza muy pronto.
Benjamin Franklin
Te quiero, adoro todo ese dolor que te rodea.
Clive Owen
No se sabe la fuerza moral que pierde la exhortación a un desdichado cuando se la dirige el que es dichoso.
Concepción Arenal
Es seguro que la distancia disminuye la fuerza de toda idea y que el acercamiento a cualquier objeto, aunque no se manifieste a los sentidos, opera sobre la mente con un influjo que imita al de una impresión inmediata.
David Hume
Antes de que podamos perdonarnos unos a otros, tenemos que entendernos.
Emma Goldman
El que desprecia, no olvida; pero el que olvida, desprecia.
Francisco de Rojas Zorrilla
Al expandir el comercio, expandimos la esperanza y la oportunidad a todos los rincones del mundo y asestamos un golpe a los terroristas que se alimentan de la ira y el resentimiento.
George W. Bush
Cuando otros me abrazaban, pensaba en ti. Por eso no quería verte. Porque sabía que ya no podría dejarte.
Haruki Murakami
Caminando y caminando por el mundo se irá consolando de a poco y un día, cuando ya no pueda dar un paso más de fatiga, se dará cuenta de que no se puede escapar del dolor; hay que domesticarlo, para que no moleste.
Isabel Allende
Un buen pintor debe poseer estas cuatro cosas: un corazón emotivo, un ojo certero, una mano ligera y un pincel siempre fresco.
Joseph Anselm Feuerbach
Tu espíritu nunca se conformó con los estrechos confines que la naturaleza nos impone.
Julio César
La modestia contribuye al progreso, y el engreimiento conduce al atraso.
Mao Zedong
¡Claro que no somos sólo química! También somos... somos... ¡Seguro que debe de haber algo más! ¿O no?
Pere Estupinyà
Cuánta belleza en el arte, con tal de poder retener lo que se ha visto. No se está nunca entonces sin trabajo ni verdaderamente solitario, jamás solo.
Vincent van Gogh
Siente disgusto por lo que lo merezca, pero nunca lo odies.
William Penn