El signo más cierto de la sabiduría es la serenidad constante.
Michel de Montaigne
El punto de la obra es la de separar el marxismo y el estalinismo. Cómo el comunismo fue escrito y cómo se aplica eran dos cosas completamente diferentes. Hay muchos conceptos erróneos sobre el socialismo.
Brian Jones
Lo que sé es que si nacemos de nuevo, te encontraré en esa otra vida, y que si hay un río, me esperarás en la orilla a que llegue a ti, para que podamos cruzarlo juntos.
Cassandra Clare
Comed en casa como si comierais en la del rey.
Confucio
Lo que hago es que escribo sobre los sentimientos muy personales y más bien solitarios, y explorarlos de una manera diferente cada vez. Ya sabes, lo que hago no es muy intelectual. ¡Soy un cantante pop por el amor de Cristo! Como persona, soy bastante complicada.
David Bowie
Haber sentido demasiado es terminar en no sentir nada.
Dorothy Thompson
Para los celos, no hay nada más terrible que la risa.
Françoise Sagan
El verdadero honor es el que resulta del ejercicio de la virtud y del cumplimiento de los propios deberes.
Gaspar Melchor de Jovellanos
Cualquier persona que tiene una sonrisa perpetua en el rostro, oculta una rudeza que asusta.
Greta Garbo
Un concepto de las bellas artes que arranca de su conexión con las cualidades descubiertas en la experiencia ordinaria, podrá indicar los factores y las fuerzas que favorecen la transformación de las actividades humanas comunes con asuntos de valor artístico, y señalar aquellas condiciones que detienen esta transformación.
John Dewey
Después de todo, la pintura se ha de hacer tal como uno es.
Juan Gris
Pero también su sensibilidad, que tan hábilmente disfrazaba de audacia.
Miguel Delibes
La felicidad de un hombre casado depende de las personas con quienes se ha casado.
Oscar Wilde
¡Una ópera! ¡Vaya, por Dios! ¡Será, como de costumbre, un drama semi serio, un largo, melancólico y pesado estrambote poético! ¡Bárbaro gusto! ¡Siglo corrompido!
Pierre-Augustin de Beaumarchais
Euskadi es la patria de los vascos.
Sabino Arana
Tenía la constante sensación, mientras observaba los taxis, de estar fuera, fuera, muy lejos en el mar y sola; siempre había considerado que era muy, muy peligrosovivir siquiera un solo día.
Virginia Woolf