Juntos podemos volar sobre las alas de ese elefante.
Michael Keaton
Si quieres saber todo sobre Andy Warhol, basta con ver mis pinturas y películas y allí estoy. No hay nada más.
Andy Warhol
Señor: líbrame de mis amigos, que de mis enemigos yo me cuidaré.
Enrique IV
Los intelectuales, religiosos o no, han casi desaparecido, porque la educación recibida por los jóvenes no enseña a pensar. Por eso hay una carencia de pensamiento, sobre todo en la juventud. El defecto está en que los intelectuales que debían hacernos pensar han desaparecido casi por completo.
Enrique Miret Magdalena
La felicidad es cosa incierta y caduca; el deber es cierto y eterno.
Ernst von Feuchtersleben
Los pueblos tienen el gobierno que se merecen.
Gaspar Melchor de Jovellanos
Seguir a los héroes no es malo, yo seguire al anónimo que lo hizo por el mundo y no por salir en la televisión.
H.L. Weniger
Suprime la vanidad en las mujeres y habrás suprimido la mitad, por lo menos, de ambición en los hombres.
Jacinto Benavente
La poesía es un árbol sin hojas que da sombra.
Juan Gelman
Un idioma que estuviese obligado a ajustarse a la gramática sería algo así como una naturaleza que estuviese obligada a ajustarse a la Historia natural.
Julio Camba
Si quieres que la gente te escuche, no puedes limitarte a darles una palmadita en el hombro, hay que usar un mazo de hierro, sólo entonces se consigue una atención absoluta.
Kevin Spacey
Un habitante de Buenos Aires ni ebrio ni dormido debe tener expresiones contra la libertad de su país.
Mariano Moreno
En nuestra región eclesiástica hay presbíteros que no bautizan a los chicos de las madres solteras porque no fueron concebidos en la santidad del matrimonio. Estos son los hipócritas de hoy. Los que clericalizaron a la Iglesia. Los que apartan al pueblo de Dios de la salvación.
Papa Francisco
Cada persona, al leer el libro, crea su propia película en la cabeza.
Paulo Coelho
La lectura es a la inteligencia lo que el ejercicio es al cuerpo.
Richard Steele
La buena suerte libra a muchos del castigo, pero a nadie le libra del miedo.
Séneca