Pero el tiempo es vida, y la vida reside en el corazón.
Michael Ende
Cuando pierden de vista la moral, civilización y cultura degeneran y se destruyen a sí mismas.
Alfonso Reyes Ochoa
La amistad te impide resbalar al abismo.
Bruce Springsteen
Bajo la impresión que tenemos de que los deberes del hombre son públicos, parecería que sólo y exclusivamente privados deberían ser los de la mujer; pero, ¿podemos admitir que el reino de la mujer esté encerrado entre los mueros del jardín donde abren sus flores?
Carmen Karr
La Naturaleza, a menudo permanece oculta, algunas veces se prosterna vencida, muy rara vez, sin embargo, es extirpada.
Francis Bacon
Hay que dejar que las espintas de las dificultades ciñan nuestra cabeza y que la lanzada de la contradicción traspase nuestro corazón. Beber la hiel y tragar el vinagre... puesto que Dios así lo quiere.
Francisco de Sales
Los nazis ven toda Europa bajo dominación de alemanes. En cada país hay bellacos que están manejando las cosas para Hitler. Europa de Hitler = un estado policial. Hitler = tiranía de la peor.
Friedrich Kellner
Siempre hay un momento en la infancia en el que se abre una puerta y deja entrar al futuro.
Graham Greene
Me preparé toda mi vida para gobernar la Argentina.
Jorge Omar Sobisch
La única cosa eterna en esta vida es la madre.
José Lezama Lima
Tengo corazón, mas corazón de soberano; no me apiado de las lágrimas de una duquesa, pero me afectan los males de los pueblos.
Napoleón Bonaparte
Más rápido se coge al mentiroso que al cojo.
Proverbio
¡Oh hombre! Eleva tu vista en la dirección debida y utiliza leyes justas. Genera pensamientos positivos. Recuerda tu objetivo. Es muy fácil desviarse por las sendas laterales.
Swami Sivananda
Tenemos dos fuerzas que nos ayudan a vivir: el olvido y la esperanza.
Vicente Blasco Ibáñez
La lengua vasca es una de las lenguas de más perfecta formación, sorprendente por su vigor, la estructura de sus palabras, la brevedad y la osadía de la expresión.
Wilhelm von Humboldt
Los que juegan diestramente con las palabras, pronto las hacen livianas.
William Shakespeare