El primero que procuró a los pobres el arte y medios de alimentarse, hizo miserables a muchos; más sencillo hubiera sido que aquél, a quien la vida es difícil, se hubiera muerto prontamente.
Menandro
Avise dónde va estar.
Andrés López
Los preceptos del Derecho son: vivir honradamente, no hacer daño a otro y dar a cada uno lo suyo.
Anónimo
El que está borracho es tan grande como un Rey.
No creo que las civilizaciones vayan a morir, porque las civilizaciones no son organismos. Se trata del producto de voluntades.
Arnold J. Toynbee
Los extremos se tocan.
Blaise Pascal
Y, ¿Con qué aliciente? La gloria. ¡Oh! ¡La gloria, que casi siempre arroja sus laureles sobre el ataúd, donde han caído derribadas por el hambre del cuerpo ó los supremos dolores del alma! No importa. Con la planta herida por los abrojos del camino y la frente iluminada por los resplandores de la fe en los destinos humanos, ellas las obreras del pensamiento, continuarán laborando.
Clorinda Matto de Turner
El amor infantil sigue el principio: Amo porque me aman. El amor maduro obedece al principio: Me aman porque amo. El amor inmaduro dice: Te amo porque te necesito. El amor maduro dice: Te necesito porque te amo.
Erich Fromm
Se censura la justicia, no por la aversión que hacia ella se siente, sino por el prejuicio que de ella se recibe.
François de La Rochefoucauld
La envidia es más irreconocible que el odio.
La vida es lucha y sufrimiento, pero la grandeza y la fuerza sólo se miden por la fuerza y la grandeza de la oposición.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
Amo tanto, tanto la vida, que de ti me enamoré.
Ismael Serrano
Sondar los abismos divinos es empresa que coloca a los sabios a nivel de los locos.
Jean Marie Louis Coupé
La vida es así, está llena de palabras que no valen la pena, o que valieron y ya no valen, cada una de las que vamos diciendo le quitará el lugar a otra más merecedora, que lo sería no tanto por sí misma, sino por las consecuencias de haberla dicho.
José Saramago
Alimenta un gallo, pero no lo sacrifiques, pues está consagrado a la Luna y al Sol.
Pitágoras
Francesca, eres increíblemente hermosa... A veces se detenía y la miraba, miraba a través de ella, alrededor de ella, dentro de ella.
Robert James Waller