Mi familia significa para mí más que la parafernalia artificial de mi carrera. Si alguna vez tuviera que elegir entre mi carrera y mi familia, mi esposa y los niños indudablemente están a la cabeza.
Mel Gibson
La fama es una zorra.
Brad Pitt
Aunque no traía remitente ni fragancias de mares o de bosques supe que llegaba de tí asaltando el tiempo para cruzar abismos y deslizarse, victoriosa, en una eternidad desconocida.
Delia Quiñonez
La mejor receta para incrementar la riqueza de todos, era bajar los impuestos.
Esperanza Aguirre
Cuando el peligro parece ligero, deja de ser ligero.
Francis Bacon
En el mundo hay cosas que es mejor no saber.
Haruki Murakami
Leía lentamente, juntando las sílabas, murmurándolas a media voz como si las paladeara, y al tener dominada la palabra entera la repetía de un viaje. Luego hacía lo mismo con la frase completa, y de esa manera se apropiaba de los sentimientos e ideas plasmados en las páginas.
Luis Sepúlveda
Todas las acciones que se salen de los límites ordinarios están sujetas a torcidas interpretaciones.
Michel de Montaigne
Pues si todo lo tienes en el vino, dime, mercader, ¿por qué lo vendes?
Omar Jayam
¿Por qué algunas cosas del pasado surgen con precisión fotográfica?
Patrick Modiano
Soy como todos los humoristas, sólo soy divertido cuando estoy trabajando.
Peter Sellers
Muchas son las leyes en un estado corrompido.
Tácito
El verdadero paraíso no está en el cielo, sino sobre la boca de la mujer amada.
Théophile Gautier
¿Has amado alguna vez a alguien hasta llegar a sentir que ya no existes? ¿Has amado alguna vez a alguien hasta el punto en el que ya no te importa lo que pase? ¿Hasta el punto en el que estar con él ya es suficiente, cuando te mira y tu corazón se detiene por un instante? Yo sí.
Thora Birch
Lo veo escaparse y me acuerdo de otras caricias de dulzura inconmensurable, quizás una vez suyas, pero que no despiertan ya en mí el deseo excepto en la memoria, nunca más.
Tove Ditlevsen
El fin del terrorismo no es solamente matar ciegamente, sino lanzar un mensaje para desestabilizar al enemigo.
Umberto Eco