Para atras no se mira ni para coger impulso.
Megan Maxwell
Las empresas no deben tirar el dinero en enormes bonos para ejecutivos u otras frivolidades, sino que deben compartir su suerte con los trabajadores.
Akio Morita
A veces es más cómodo ir con la cara tapada con el antifaz; así no hay riesgo de que el Lobby Gay se la parta a uno.
Antonio Burgos
Hemos elegido estandarizar los tweets en 140 caracteres porque hay un límite internacional para los mensajes de texto, que es de 160 caracteres. Queríamos dejar espacio para el nombre del autor del tweet.
Biz Stone
Los hombres indiferentes a la desventura de la nación, aunque sean privadamente laboriosos, son auxiliares inconscientes de la corrupción y desgracia de los pueblos.
Eloy Alfaro
¡Rockeros: el que no esté colocado, que se coloque... y al loro!
Enrique Tierno Galván
Soy apátrida por triplicado: nativo de Bohemia en Austria, austríaco entre los alemanes y judío en todo el mundo. Siempre un intruso, nunca bienvenido.
Gustav Mahler
La vida es como una carrera a pie, Marcus: siempre habrá gente más rápida o más lenta que usted. Todo lo que cuenta al final es la voluntad que ha puesto en recorrer el camino.
Joël Dicker
La forma de comunicación más eficaz y rápida es el pánico.
Jorge González Moore
Hemos eliminado elementos que pretendían darle a nuestro movimiento, que debe tener un carácter y un sentido ascético, poético y castrense, un matiz turbio de delincuencia y hampa.
José Antonio Primo de Rivera
Un buen cuento alcanza a ser comprendido por todos. Se lo puede contar una y otra vez. Porque renace cada vez que se lo vuelve a contar o que se lo relee, tanto en voz alta como para uno mismo.
Jostein Gaarder
Eso es lo que ellos dicen.
Juan Román Riquelme
El crecimiento no es lo mismo que el desarrollo y el desarrollo no precisa necesariamente de crecimiento.
Manfred Max-Neef
Las cárceles, los hospitales y las escuelas presentan similitudes porque sirven para la intención primera de la civilización: la coacción.
Michel Foucault
Quien mucho ama no teme.
Séneca
Alabamos a un hombre cuando lo creemos vanidoso; le suplicamos cuando lo creemos débil.
Voltaire