La comprensión de Dios es la aventura intelectual y espiritual más importante que se pueda emprender.
Meg Meeker
La mente, pues, así como por los sentidos del cuerpo recoge noticias de las cosas corporales, las de las inmateriales las recauda por sí misma. Luego a sí misma se conoce por sí misma, porque es inmaterial.
Agustín de Hipona
Ausencia tuya nunca ha estado sola: tu recuerdo es el pasaporte de mis viajes.
Aída Cartagena Portalatín
Emaús, ciegos, al lado de amigos y amores que no reconocemos - fiándonos de un Dios que ya no sabe nada sobre sí mismo.
Alessandro Baricco
El hombre dado a lo sensible se rie a menudo cuando no hay de qué reírse. Su bienestar interior sale a relucir sea cual sea el móvil que lo estimule.
Goethe
Mi mente es la llave que me libera.
Harry Houdini
Tomé su mano, como lo hice antes. Me dirijo a ella, más bien tímidamente y al azar: el amor carnal no es la totalidad del amor ¡Es el amor!, respondió Marie.
Henri Barbusse
A quienes les obsesione ese problema, lo mejor que pueden hacer es tratarlo manu militari...
Jean-Marie Le Pen
La comunicación efectiva es 20% lo que sabes y 80% cómo te sientes con respecto a lo que sabes.
Jim Rohn
Una verdad a la que no se da crédito nos hiere mucho más que una mentira. Requiere un gran valor respaldar una verdad inaceptable para nuestra época; conlleva siempre un castigo, que suele ser la crucifixión.
John Steinbeck
Tejer y destejer la manga del jersey de Penélope a lo largo de los días con un ovillo con el que juega el gato, en eso consiste en el fondo la literatura.
Manuel Vicent
Aún en el sueño más profundo, saber que eres tú. Y más aún: oír el sonido de tu corazón. Y besarlo.
Marina Tsvetáyeva
Los proyectos que necesitan de mucho tiempo para ser ejecutados no tienen éxito casi nunca.
Montesquieu
Si la piedra cae sobre el cántaro, desdichado cántaro; si el cántaro cae sobre la piedra, desdichado cántaro; de cualquier manera es siempre el cántaro quien sufre.
Talmud
Por los dioses, era mucho mejor cuando éramos apenas cuatro contra ese maldito gran dragón, pensó Vimes mientras caminaban. Desde luego, casi nos quemamos vivos varias veces, pero al menos no era complicado. Era un condenado gran dragón. Podías verlo venir. No se ponía político contigo.
Terry Pratchett
Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo.
Voltaire