Se puede abandonar a una patria dichosa y triunfante. Pero amenazada, destrozada y oprimida no se le deja nunca; se le salva o se muere por ella.
Maximilien Robespierre
De todo queda vencedor el hombre menos de la mujer que llora y ruega.
Antonio Arnao
Penas hay tan secretas en nuestra vida, con que sangra por dentro tan honda herida, que el tiempo que remedía toda amargura a ésta sola adormece, pero no cura.
Aurelio Espinosa Pólit
(ante la pregunta de si pensaba renunciar al ballotage) Tan solo un borracho puede hacer tales afirmaciones.
Carlos Menem
La religión no se suprime suprimiendo la superstición.
Cicerón
Una vida feliz no consiste en la ausencia, sino en el dominio de las dificultades.
Helen Keller
Tenemos un baile, en los burdeles de Buenos Aires, cuenta la historia de una prostituta y de un hombre que se enamora, de ella. Al principio hay deseo, luego pasión, luego sospecha... celos, ira, traición. Cuando el amor es para el mejor postor no se puede confiar, y sin confianza no hay amor. Los celos... sí, los celos le volverán loco.
Jacek Koman
Te he dicho que he perdido la fe -contestó Stephen- pero no que haya perdido el respeto a mí mismo. ¿Qué clase de liberación sería esa de abandonar un absurdo que es lógico y coherente para abrazar otro ilógico e incoherente?
James Joyce
La vida encuentra la forma de darnos lo que necesitamos, aunque no de la manera que esperamos.
Lisa Kleypas
Apenas hay entre nosotros que no tema más a la deshonra que puede venirle por los vicios de su mujer, que por la de los suyos propios.
Michel de Montaigne
Recuerda, recuerda, el cinco de noviembre, la traición de la pólvora y el complot. No hay por qué tal traición, jamás se ha de olvidar.
Natalie Portman
Ningún hombre es lo suficientemente sabio por sí mismo.
Platón
Nuestras dotes singularmente humanas nos elevan por encima del mundo animal. La medida en que ejercitamos y desarrollamos esas dotes nos da poder para desplegar nuestro potencial humano. Entre el estímulo y la respuesta está nuestra mayor fuerza: la libertad interior de elegir.
Stephen Covey
Nuestros sufrimientos son caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que nos volvamos a Él, y para hacernos reconocer que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, sino que es Dios quien tiene el control, y podemos confiar plenamente en Él.
Teresa de Calcuta
A medida que la vida interior de los prisioneros se hacía más intensa, sentíamos también la belleza del arte y la naturaleza como nunca hasta entonces. Bajo su influencia llegábamos a olvidarnos de nuestras terribles circunstancias.
Viktor Frankl
El amor es lo más sublime cuando se envuelve en llanto.
Walter Scott