El rey debe morir para que el país pueda vivir.
Maximilien Robespierre
La utopía es el principio de todo progreso y el diseño de un porvenir mejor.
Anatole France
El aburrimiento nació, cierto día, de la uniformidad.
Antoine Lamothe-Houdard
El propósito de la moral es enseñarnos, no a sufrir y morir, sino a disfrutar y vivir.
Ayn Rand
La mayoría de los hombres son malos.
Bías
La matemática es la reina de las ciencias y la aritmética es la reina de las matemáticas. Ella a menudo se digna a prestar un servicio a la astronomía y a otras ciencias naturales, pero en todas las relaciones, tiene derecho a la primera fila.
Carl Friedrich Gauss
El saber es algo; el genio es más; pero hacer bien es más que ambos, y la única superioridad que no crea envidiosos.
Fernán Caballero
Si alguno de los que pasen por la calle se detuviere, fijándose en la fachada de mi casa, haz fuego sobre él; si lo yerras, haz otro tiro, y si todavía lo yerras, ten por seguro que mi pistola no ha de errarte.
Gaspar Rodríguez de Francia
Las verdaderas columnas de la sociedad son la verdad y la libertad.
Henrik Ibsen
¿Qué significa esto? Harry tiene la sensación de estar tocando cristal. No sabe si esta conversación es intrascendente o si están estableciendo un código para los significados más profundos.
John Updike
Es muy probable que los premios literarios hayan sido creados por algún demiurgo sarcástico para subrayar la carcajada con que el tiempo se venga de las certidumbres.
Juan Donoso Cortés
Siempre hay más de una entrada cuando hay tiempo y se conoce el camino.
Juan Gómez-Jurado
Los hombres no sucumbimos a las grandes penas ni a las grandes alegrías, y es porque esas penas y esas alegrías vienen embozadas en una inmensa niebla de pequeños incidentes, y la vida es esto, la niebla.
Miguel de Unamuno
Aquel que ya perdió algo que daba por hecho al final aprende que nada le pertenece.
Paulo Coelho
A fuego lento, revoltosas caricias que parecen mariposas se cuelan por debajo de la ropa y van dejando el sentimiento, amor forjado a fuego lento.
Rosana
Ciérrale las puertas, de modo que pueda hacer cuantas locuras quiera en cualquier parte menos en su propia casa.
William Shakespeare