Si usted ama, no es ese amor lo que forma parte de su destino: es la conciencia de usted misma que usted habrá encontrado en el fondo de ese amor lo que modificará su vida.
Maurice Maeterlinck
Que aun más que la necedad es necia en vos la razón.
Antonio Hurtado de Mendoza
Pensar bien es fruto de la racionalidad. A los veinte años reina la voluntad, a los treinta el ingenio, a los cuarenta el juicio.
Baltasar Gracián
Aprende a vivir aislado y a meditar en soledad; pero si te mezclas con la muchedumbre procura ser, como todos ellos, uno de tantos.
Cleóbulo de Lindos
La ventaja de los fuertes es plantear las cuestiones cruciales y formar opinión sobre ellas. Los débiles siempre tienen que decidir entre alternativas que otros plantean.
Dietrich Bonhoeffer
El amor es una suspensión del juicio crítico hacia el otro.
Fabrizio Mejía Madrid
Un gran artista está siempre delante de su tiempo, o detrás de él.
George Edward Moore
El primer paso para la solución de los problemas es el optimismo. Basta creer que se puede hacer algo para tener ya medio camino hecho y la victoria muy cercana.
John Baines
No basta saber las cosas, es necesario practicarlas.
Juan Bosco
Confío mucho en mí, voy muy tranquilo al rodaje, lo doy todo en cada una de las escenas, no me complico. A veces me dicen vamos muy ajustados, y yo les digo no te preocupes que te la clavo a la primera, no siempre, alguna vez fallo, claro está, no hay nadie perfecto, pero siempre intento dar el cien por cien y que la gente se quede contenta con mi trabajo.
Juanjo Ballesta
Un verdadero marido siempre es desconfiado.
Lord Byron
Cuando la necesidad nos arranca palabras sinceras, cae la máscara y aparece el hombre.
Lucrecio
El que es compasivo no ríe muy a menudo.
Ramon Llull
No llores por haberlo perdido, alégrate por haberlo poseído.
Shakira
Aprecio al dinero más que a todas aquellas cosas que el dinero puede dar, pero menos que a las cosas que no podrán nunca alcanzarse con el dinero y que son las más excelentes aun en esta mísera vida.
Ugo Foscolo
Señora, hay muchos pájaros en vuestro piano.
Vicente Huidobro