Las mujeres suavizan nuestra nerviosa aspereza, nuestro individualismo excesivo; nos hacen volver al espíritu de nuestra raza.
Maurice Barrès
Todo el que cree, piensa. Porque la fe, si lo que cree no se piensa, es nula.
Agustín de Hipona
La esperanza cuando tiene buenas intenciones siempre prevalece. La esperanza es la resignación de los que ya no tienen nada más que hacer.
Alex Pimentel
El sentido del humor consiste en saber reírse de las propias desgracias.
Alfredo Landa
Todo el que intenta salvar a otra persona con la mentira de un amor sin límite arroja una sombra al rostro de Dios.
Arthur Miller
O sabes que nada sabes, o lo ignoras. Si lo ignoras, no puedes afirmarlo. Si lo sabes, algo sabes.
Cicerón
La vanidad puede estar unida con un bien natural, pero la envidia supone siempre perversidad en el corazón.
Edward Young
Cantemos como quien respira. Hablemos de lo que cada día nos ocupa. Nada de lo humano debe quedar fuera de nuestra obra. En el poema debe haber barro, con perdón de los poetas poetísimos. La poesía no es un fin en sí. La poesía es un instrumento, entre otros, para transformar el mundo.
Gabriel Celaya
La ecuación es sencilla: quien tiene dinero, come y vive; quien no lo tiene, se queda inválido o muere.
Jean Ziegler
Las nuevas versiones suceden.
Larry Wall
No hay que escribir sino en el momento en que cada vez que mojas la pluma en la tinta, un jirón de tu carne queda en el tintero.
León Tolstói
Un verdadero pedagogo es aquel que no solo imparte conocimientos sino que ejerce una influencia moral positiva en sus alumnos.
Natsume Sōseki
Ama tu soledad, y soporta el sufrimiento que te cause.
Rainer Maria Rilke
Pues Cuba es un país que produce canallas, delincuentes, demagogos y cobardes en relación desproporcionada a su población.
Reinaldo Arenas
Sufro esa clásica desventura: haber querido apoderarme de esos documentos para descifrar en ellos la certidumbre de una vida y descubrir que son los documentos los que se han apoderado de mí y me han impuesto sus ritmos y su cronología y su verdad particular.
Ricardo Piglia
Cuenta los días de tu vida, y verás cuán pocos y desechados han sido los que has tenido para ti.
Séneca