Tolerable me atrevería a decir, pero no lo suficientemente bonita para tentarme.
Matthew Macfadyen
Ni hay consuelo al afligido, como su propia inocencia.
Alonso de Barros
La velocidad es buena para aprender que hay que ir despacio.
Ángel Nieto
Pues el defecto no está en el tiempo, sino en vivir y procurar todas las cosas de acuerdo con la pasión.
Aristóteles
Hay cierto tipo de mujeres que lleva en sus venas la sangre demasiado caliente.
Blanca Miosi
La civilización siempre funciona mejor cuando tenemos un hombre del saco.
Chuck Palahniuk
El amor de la mujer no se sabe cuándo es cierto.
Francisco de Rojas Zorrilla
La sociedad prospera con el comercio simplemente porque este hace posible la especialización, y la especialización incrementa la producción, y una mayor producción reduce los costos y los esfuerzos en pro de las satisfacciones por las cuales los hombres viven. Siendo esto así, el mercado es una institución enormemente humana.
Frank Chodorov
Un desgarrón en la ropa es una desgracia; una mancha, un vicio.
Honoré de Balzac
La sociabilidad es sólo una gran sonrisa y ésta no es más que dientes.
Jack Kerouac
La cima del éxtasis resplandece en un cuerpo desposeído y árido, pero liberado por su desafiante deseo de alegría.
Naguib Mahfuz
El Hombre fue hecho para la alegría y la lamentación; y cuando esto correctamente entendemos, por el mundo con seguridad pasamos.
P. D. James
Elegir es criticar y criticar es definir, a priori, en los términos más generales que es posible, la naturaleza esencial de lo que se trata de tal manera que es esta definición a priori la circunstancia, providencial puede decirse, a partir de la cual esa crítica es posible.
Salvador Elizondo
Los moralistas son personas que se rascan allí donde a otros les pica.
Samuel Beckett
¿Drogas?, no gracias. Si las usáramos terminaríamos sonando como Bryan Adams.
Thom Yorke
Los padres, o por tener más experiencia que los hijos, o por ser hechura suya y conocer sus inclinaciones, o por haberlos criado y conocer de qué pie cojean, o por el amor entrañable que les tienen, son algo profetas de los bienes o de los males de los hijos.
Vicente Espinel