Pero era en exceso prudente para revelar el motivo de sus recelos. Consideró que desenmascarar al impostor no sería cosa fácil, dado que la gente estaba tan predispuesta en su favor. Y como tenía muy pocos amigos, le parecía peligroso hacerse un enemigo tan poderoso.
Apresúrate; no te fíes de las horas venideras. El que hoy no está dispuesto, menos lo estará mañana.