El periodismo es literatura apresurada.
Matthew Arnold
Además, cuando nosotros concluimos que Dios no ha podido dejar de hacer aquello que ha hecho, lo deducimos de su perfección, porque en Dios sería una imperfección el poder omitir lo que hace.
Baruch Spinoza
Su punto fuerte es que, básicamente, no tiene puntos débiles.
Fernando Alonso
El verdadero hombre quiere dos cosas: el peligro y el juego. Por eso ama a la mujer, el juguete más peligroso.
Friedrich Nietzsche
El que sabe aprovechar la ocasión, ése es el hombre oportuno.
Goethe
Lo malo no es el hombre, es la sociedad, pues está hecha para que el hombre caiga.
Jean-Jacques Rousseau
Las personas tienden a permanecer motivadas cuando ven la importancia de las cosas que les han pedido hacer.
John C. Maxwell
Queremos demostrar al presidente del Gobierno que para encontrar vagos y corruptos debe estar en otro lado más cerca de él y no entre los jornaleros andaluces. Queremos demostrarle que cuando el Gobierno descansa, los jornaleros pueden trabajar.
Juan Manuel Sánchez Gordillo
- ¿A dónde te diriges, Diane? - Voy a mi casa. - ¿Y eso dónde es? - Es donde vivo.
Kelly Macdonald
Sin ir más lejos: si a usted le transplantan mi cerebro por ejemplo, y a mí el suyo, usted sería el autor de este libro, y yo un hombre cuerdo.
Marco Aurelio Almazán
Si el corazón y la cabeza están en contradicción, al fin será el corazón quien decida. La pobre cabeza cede siempre porque es la más prudente.
Paul Johann Ludwig von Heyse
Tenemos que dar lo mejor de nosotros y al mismo tiempo renunciar a toda esperanza de resultados.
Pema Chödron
He encontrado la puerta que nos sacará de la cárcel, que nos conducirá hacia la libertad. Escribo esto para mostrarte esa puerta.
Peter Hoeg
La diferencia entre paisaje y paisaje es poca, pero hay una gran diferencia entre los que lo miran.
Ralph Waldo Emerson
La idea romántica de que todo mal es un producto de la sociedad ha justificado la puesta en libertad de psicópatas peligrosos que de inmediato asesinaron a personas inocentes.
Steven Pinker
En los ojos del joven, arde la llama; en los del viejo, brilla la luz.
Victor Hugo