La ignorancia puede ser curada, pero la estupidez es eterna.
Matt Artson
En vano busco en los hondos escondrijos de mi ser para encontrar algún odio: nadie puede herirme ya sino de piedad y amor. Todos son yo, yo soy todos, ¡oh Cristo!
Amado Nervo
Yo no rechazo ninguna influencia, sea de fuente eslovaca, rumana, árabe o de cualquier otro sitio, con tal de que sea de una fuente pura, fresca y sana.
Béla Bartók
El incompetente siempre se presenta a sí mismo como experto, el cruel como piadoso, el pecador como santurrón, el usurero como benefactor, el mezquino como patriota, el arrogante como humilde, el vulgar como elegante y el bobalicón como intelectual.
Carlos Ruiz Zafón
La misma deshonra cabe a las mujeres sin pudor que a los hombres sin valor.
Émile Augier
Dinero perdido, pérdida ligera; honor perdido, pérdida considerable; coraje perdido, pérdida irreparable.
Goethe
Algo más, algo menos, mi querido muchacho, las voces de los hombres son todas un engaño; sólo somos honestos cuando niños, y ya después en el sepulcro.
Hermann Hesse
Cualquier estudiante de Ciencias, sobre todo si ya no es de los más jóvenes, se dará cuenta de que tiene mucho que aprender y también que tiene que desechar gran parte de lo aprendido con anterioridad.
John Herschel
Un buen líder debería gobernar con el ingenio de un noble, pero con el corazón de un campesino.
José Vicente Alfaro
El sol me envía para alegrarme luz apacible; mas si no trae tu imagen bella, ¿de qué me sirve?
Mariano Melgar
Los premios se encuentran al final de la competición y no al principio. La copa del vencedor se gana después de mucho cansarse, sudar y sufrir.
Og Mandino
Una sola es la verdadera tragedia de la vida de la mujer: el hecho de que su pasado sea siempre un amante, y el futuro, invariablemente, un marido.
Oscar Wilde
Mi ejército no tiene bandera, es sólo un corazón.
Roberto Iniesta
Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de él.
Salomón
¿Y existe el Infierno, o acaso nos forjamos uno propio en la tierra?
Stephen King
Como el aire al pájaro o el agua al pez, así el desprecio al despreciable.
William Blake