Frase de Mateo Alemán

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A quien las buenas obras no aprovechan y las tiernas palabras no mueven, las malas le domen con duro y riguroso castigo.... - Mateo Alemán

A quien las buenas obras no aprovechan y las tiernas palabras no mueven, las malas le domen con duro y riguroso castigo.

Mateo Alemán

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Mientras fueres solamente temido, tantos enemigos como súbditos tendrás; si amado, ninguna necesidad tienes de guarda, pues cada vasallo te será un alabardero.

Alfonso de Valdés

La muerte para los jóvenes es naufragio y para los viejos es llegar a puerto.

Baltasar Gracián

La hoz afilada tan fina segaba lo mismo la espiga que el último sol de la tarde.

Carlos Pellicer Cámara

Excelente cosa es una buena ley, lo mismo que una buena máquina administrativa; pero ambas resultarán sin valor si no hay hombres de grandes capacidades encargadas de ejecutarlas.

Edwin Walter Kemmerer

Si quieres tener enemigos, supera a tus amigos; si quieres tener amigos, deja que tus amigos te superen.

François de La Rochefoucauld

El sentido moral es a la acción lo que el dinero a los objetos materiales: su medida universal.

Gil Bejes Sampao

Una interpretación definitiva parece ser una contradicción en sí misma.

Hans-Georg Gadamer

Bajo la viva luna duermo con un moribundo.

Hashimoto Takako

No podemos matar el tiempo sin herir la eternidad.

Henry David Thoreau

Seguir un sólo camino es retroceder.

Igor Stravinski

Ya es hora de reunir todos los documentos, de editar todos los materiales y de proceder a su estudio.

León Trotski

Es en el aspecto religioso donde hay que ir a buscar lo más típico y lo más radical de un pueblo.

Miguel de Unamuno

Siempre creí que el amor consistía en encontrar a la persona adecuada, pero en realidad de lo que se trata es de escoger a la persona adecuada ¿no crees? Se trata de realizar una buena elección y entregarse de corazón.

Rosa Montero

Dios no solo juega a los dados. A veces también echa los dados donde no pueden ser vistos.

Stephen Hawking

Todas las evidencias muestran que Dios es en realidad un gran jugador, y el universo un gran casino, donde los dados se lanzan, y la ruleta gira en todo momento.

Stephen Hawking