Deseando enamorarme, hago estallar una fresa en mi boca.
Masajo Suzuki
En el fondo, la inmoralidades una cuestión de estética, porque los desnudos hermosos son decentísimos y los feos inmorales.
Adolfo Marsillach
La desesperación es el más pequeño de nuestros errores.
Conde de Lautréamont
Las máquinas sólo pueden ser producto de nuestro ser, si examinamos las máquinas que construimos y la cosas que metemos en ellas, tenemos un dato único y fiable de cómo estamos evolucionando.
Douglas Coupland
Si lo dice de corazón, ¿por qué no abandona la vida? Está en su derecho, si lo ha meditado bien. Por el contrario, si se trata de una broma, se muestra frívolo en asuntos que no lo requieren.
Epicuro
La poesía no quiere adeptos, quiere amantes.
Federico García Lorca
Hemingway, que fue medio compadre, terminó matándose porque se dio cuenta de que no era un gran escritor. Esto lo salva, en parte.
Jorge Luis Borges
En el gobierno, para que uno pueda hacer el cincuenta por ciento de lo que uno quiere, ha de permitir que los demás hagan el otro cincuenta por ciento de lo que ellos quieren. Hay que tener la habilidad para que el cincuenta por ciento que le toque a uno sea lo fundamental.
Juan Domingo Perón
Con maderas de recuerdos armamos las esperanzas.
Miguel de Unamuno
Es mejor debatir una cuestión sin resolverla, que resolver una cuestión sin debatirla.
Petrus Jacobus Joubert
Tengo mis propias cerillas y azufre, y voy a hacer mi propio infierno.
Rudyard Kipling
A las mujeres con miedo a envejecer les diría que madurasen.
Sharon Stone
Sé cómo te sientes porque a tu estado puedo experimentarlo pero tú no sabes cómo se experimenta lo que digo. Por consiguiente, si te hablo con desinterés de aquello que hace feliz y libre al ser humano, vale la pena que intentes comprender.
Silo
El secreto para tener buena salud es que el cuerpo se agite y que la mente repose.
Vincent Voiture
Aquel que te perdona un pecado que no has cometido, se perdona a sí mismo su propio crimen.
Yibrán Jalil Yibrán
Ayer por la tarde me desplomé con un ataque de neuralgia como resultado de haber cedido, renunciando a la idea de hacer lo que yo quiero.
Zenobia Camprubí Aymar