¿Cómo es posible contemplar a un ser tan noble destruido por el dolor sin experimentar una profunda pena?
Mary Shelley
Fueron semillas mis errores.
Alejandro Jodorowsky
Joroba de dromedario.
Alfonso Lanzagorta
Hacer el retrato de una ciudad es el trabajo de una vida y ninguna foto es suficiente, porque la ciudad está cambiando siempre. Todo lo que hay en la ciudad es parte de su historia: su cuerpo físico de ladrillo, piedra, acero, vidrio, madera, como su sangre vital de hombres y mujeres que viven y respiran. Las calles, los paisajes, la tragedia, la comedia, la pobreza, la riqueza.
Berenice Abbott
Si el escritor no se siente capaz de dejarse morir de hambre, debe cambiar de oficio. La verdad del escritor no coincide con la verdad de quienes reparten el oro.
Camilo José Cela
El amor es un crimen que no puede realizarse sin cómplice.
Charles Baudelaire
Yo no creo estar en condiciones de decir que soy el mejor. Lo único que yo sé, es que puedo sacar el cien por cien del rendimiento del coche que me den.
Fernando Alonso
A menos que creáis en vosotros mismos, nadie lo hará; éste es el consejo que conduce al éxito.
John D. Rockefeller
El dinero se llora con un pesar más profundo que a los amigos o a los parientes.
Juvenal
Ex militar, adicto a la forma física y coleccionista de armas de fuego, no pertenecía al tipo que le gustaba a Judy, pero era abierto, sincero, digno de confianza, por lo que podía trabajar con él.
Ken Follett
Perdonar sinceramente y de buena fe, perdonar sin reservas; he aquí la prueba más dura a que puede ser sometido el amor.
Louis Bourdaloue
A éstos que robaron el país habría que meterles la picana para que canten todo.
Luis Barrionuevo
Soñar: luz que se disuelve. Sortilegio.
Marlene Pasini
Si la acción es descubierta y castigada, si pensamos bien, no es del mal ocasionado al prójimo de lo que nos arrepentimos, sino de la desgracia que nos ha producido el cometerla y el ser descubierta.
Marqués de Sade
¿Quién nos separará del amor de Cristo?
Pablo de Tarso
El amor es como el vino, y como el vino también, a unos reconforta y a otros destroza.
Stefan Zweig