Tengo sin embargo una gran necesidad que hasta ahora no he podido satisfacer; y que ahora siento como una falla lamentable. No tengo aquí ningún amigo.
Mary Shelley
En la vida hay que tener en cuenta el azar. El azar, en definitiva, es Dios.
Anatole France
Me equivoqué un poco, pero bueno. Me metí por Extremadura, me cago en diez.
Aythami Artiles
Nadie se ama a sí mismo demasiado poco.
Benjamin Whichcote
No solo las plumas bonitas hacen bello a un pájaro.
Esopo
Es peligroso creer y peligroso no creer.
Fedro
La entropía contiene siempre dos elementos dialécticos: un elemento creador de desorden, pero también un elemento creador de orden. Vemos, pues, que la inestabilidad, las fluctuaciones y la irreversibilidad desempeñan un papel en todos los niveles de la naturaleza: químico, ecológico, climatológico, biológico -con la formación de biomoléculas-, y finalmente cosmológico.
Ilya Prigogine
Un rostro hermoso es el más hermoso de los espectáculos; y la más suave delas armonías es el sonido de la voz de la amada.
Jean de la Bruyere
Como fuerza social, un individuo con una idea vale por noventa y nueve con un solo interés.
John Stuart Mill
Para pedestal, no para sepulcro, se hizo la tierra, puesto que está tendida a nuestros pies.
José Martí
Tu maldad radica en que no puedes ser malo.
Kirsten Dunst
Puede que el sexo sea pecado, pero sabe divino.
Mae West
Los idealistas, cegados por el fantasma divino que han heredado de los teólogos, proceden de arriba a abajo, de lo superior a lo inferior. Totalmente contrario al orden natural.
Mijaíl Bakunin
Sin embargo, cuando las cosas comienzan a suceder y el camino se revela ante nosotros, tenemos miedo de seguir adelante.
Paulo Coelho
La voz del intelecto es callada, pero no ceja hasta conquistar una audiencia y, en última instancia, después de interminables repudios consigue su objetivo. Es éste uno de los pocos aspectos en los que cabe cierto optimismo sobre el futuro de la humanidad.
Sigmund Freud
Estar en la Fórmula 1, todo el mundo tiene talento y todo el mundo es rápido pero yo mostré mucha facilidad para adelantar los demás. De hecho, en muchas, muchas ocasiones en la Fórmula 3 Británica, esa capacidad de adelantar fue lo que hizo posible para mí la Fórmula 1. No soy el hombre feliz que se sienta detrás en segundo puesto, yo siempre quería ganar.
Takuma Sato