Descubrir un nuevo mundo está muy bien cuando se trata de gentes como Colón, que andaba en su busca. Pero descubrir un mundo nuevo por equivocación, cuando se hallaba uno muy a gusto con el antiguo, y verse impelido hacia aquél sin saber cómo le recibirán los indígenas que se agolpan en la playa, es una cosa muy diferente.