Sostengo que quien infringe una ley porque su conciencia la considera injusta, y acepta voluntariamente una pena de prisión, a fin de que se levante la conciencia social contra esa injusticia, hace gala, en realidad, de un respeto superior por el derecho.
Luego de tomada una resolución, voy derechamente a mi objetivo, derribando cuanto me cierra el paso.
Ordinariamente, aquéllos que educan a los niños y no les perdonan nada se perdonan todo a sí mismos.