Frase de Martín Lutero

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El corazón de un hombre es una rueda de molino que trabaja sin cesar; si nada echáis a moler corréis el riesgo de que se triture a sí... - Martín Lutero

El corazón de un hombre es una rueda de molino que trabaja sin cesar; si nada echáis a moler corréis el riesgo de que se triture a sí misma.

Martín Lutero

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La verdad es que a medida que envejecemos matamos a quienes nos aman a fuerza de preocupaciones, a fuerza de esa ansiosa ternura que inspiramos en ellos y que de continuo despertamos.

Alain de Botton

Dices que eres el Metatron y todos te miran con cara de idiota, mencionas algo de una película de Charlton Heston y de repente todo el mundo es un experto en teología.

Alan Rickman

No se pueden enseñar nuevos trucos a perros viejos.

Anónimo

Que su emoción sea suave.

Erik Satie

A ti no te conozco, pero tú estás en mí porque me vas buscando.

Gonzalo Rojas

Desearía ser sobrenaturalmente fuerte para remediar todo lo que está mal.

Greta Garbo

Nunca es posible calcular lo que puede esperarse de hombres que no obran por principios fijos, sino conforme a intereses que cambian a cada momento.

Juan Donoso Cortés

Te poseo, Africa.

Julio César

Todos tenemos necesidad de dominar nuestra vida y que, debido a esto, la vamos empequeñeciendo hasta que la vida es lo bastante reducida y mezquina para que podamos dominarla.

P. D. James

Sólo quien no excluya nada de su existencia, ni lo que sea enigmático y misterioso, logrará sentir hondamente sus relaciones con otro ser como algo vivo, y sólo él estará en condiciones de apurar por sí mismo su propia vida.

Rainer Maria Rilke

Crecer es comprender que el triunfo es el fracaso visto desde otro ángulo.

Santiago Pajares

Ninguna raza de reyes ha presentado un hombre de sentido común en veinte generaciones.

Thomas Jefferson

Que una cosa sea verdad no significa que sea convincente, ni en la vida, ni en el arte.

Truman Capote

Lo que bien se piensa, bien se expresa.

Victor Hugo

Crees que tus pensamientos egoístas eres tú y por eso te rindes.

Yehuda Berg