Si la naturaleza ha creado al hombre y a la mujer desnudos, es imposible que éstos sientan aversión entre sí o tengan vergüenza de aparecer uno ante el otro desnudos.
Marqués de Sade
La buena crianza pide también que no escandalicemos a quien nos oye con desvergüenzas, blasfemias, chistes demasiado verdes, etc., etc. La buena crianza pide que no demos latas a nadie.
Clarín
Es la naturaleza de todas las grandezas de no ser exactos.
Edmund Burke
Moría cada noche. Y cada noche volvía a nacer. Resucitaba.
Edward Norton
Eso ni me lo planteo. Allí siempre está el mismo polvo.
Francisco Umbral
Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga otra vez y muchas veces a parirse a sí mismos.
Gabriel García Márquez
¡Artista!, ¡Plasma!, ¡No hables!
Goethe
La vida es una sucesión de lecciones que deben vivirse para ser comprendidas.
Helen Keller
A las chicas católicas les gusta parecer un poco más recatadas de lo que son.
Jo Nesbø
¿Verdad que no se puede estar cuerdo viviendo con el diablo?
Laurence Olivier
Así los dioses son criaturas de la imaginación, pero de una imaginación encendida por la sensación del hombre a su dependencia, de sus aflicciones y de su egoísmo; son criaturas no solamente de la imaginación sino también de la emoción, especialmente de las emociones de la esperanza y del miedo.
Ludwig Feuerbach
El aburrimiento es el fondo de la vida, y el aburrimiento es el que ha inventado los juegos, las distracciones, las novelas y el amor.
Miguel de Unamuno
La guerra mundial ha herido mortalmente al capitalismo. De ella nació el comunismo, y éste le debe, por tal hecho, el mayor agradecimiento.
Nikolái Berdiáyev
Cuando el hombre comienza a luchar consigo mismo, es señal de que vale algo.
Robert Browning
El sentido histórico y el poético no debe, en última instancia, ser contradictorios, ya que si la poesía es el pequeño mito que hacemos, la historia es el gran mito que vivimos.
Robert Penn Warren
En el campo de las creencias religiosas la Reforma introdujo cambios profundos. La Biblia adquirió entonces una autoridad nueva y de mayor alcance. La generación anterior consideraba que las Sagradas Escrituras eran peligrosas en manos de personas iletradas y debieran ser leídas sólo por sacerdotes.
Winston Churchill