¿Qué es la existencia sin filosofía? ¿Vale la pena vivir cuando se vive aplastado bajo el yugo de la mentira y de la estupidez?
Marqués de Sade
Para progresar en la vida hay que renunciar a las cosas que no le gusta hacer.
Agnes Martin
En su anchura, el olvido reconoce a los suyos, y en su tierno abandono mi destino se aclara.
Carlos Mastronardi
Podemos simpatizar los unos con los Otros, y eso es más que bastante: eso es todo, y difícil, acercar nuestra historia a la de otros podándola del exceso que somos, distraer la atención de lo imposible para atraerla sobre las coincidencias, y no insistir, no insistir demasiado: ser un buen narrador que hace su oficio entre el bufón y el pontificador.
Enrique Lihn
España sola pare los hombres armados.
Francisco I de Francia
El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.
Friedrich Nietzsche
Tres agudezas y una mentira hacen hoy en día a un escritor.
Georg Christoph Lichtenberg
A los que mucho desean les falta mucho.
Horacio
No vayas por caminos ya andados, de lo contrario nunca dejarás tus huellas en el suelo.
Leonardo Boff
Lo propio y específico de la Reforma, en contraste con la concepción católica, es haber acentuado el matiz ético y aumentado la primacía religiosa concedida al trabajo en el mundo, racionalizado en profesión.
Max Weber
Más bien en las acciones que en las palabras se descubre lo oculto que hay en el alma; y así no fíes de ofertas que con obras no se confirmen.
Melchor de Palau
El guerrero sabe que las palabras más importantes en todas las lenguas son palabras pequeñas. Sí. Amor. Dios. Son palabras que salen con facilidad y llenan gigantescos espacios vacíos.
Paulo Coelho
Lo que viene en último lugar, siempre parece que ha resuelto todo el asunto.
Tito Livio
El bien común supera al bien particular.
Tomás de Aquino
El viejo y querido fierrazo, bajo, cruzado, fuerte, desviado, exacto!
Walter Nelson
El amor no mira con los ojos, sino con el alma.
William Shakespeare