Debemos matarlos, debemos incinerarlos, cerdo tras cerdo, vaca tras vaca, aldea tras aldea, ejército tras ejército, y me llaman asesino, ¿cómo hay que llamarlo, cuando los asesinos acusan a los asesinos? Mienten, mienten y tenemos que ser misericordiosos con los que mienten. A esos peces gordos, les odio, ¡cómo les odio!