Tanto deseaban mujer y diversión nocturna estos ingratos, que al fin el cielo ("el diablo, el maldito cachudo", dice el padre García) acabó por darles gusto. Y así fue que apareció, bulliciosa y frívola, nocturna, la Casa Verde.
Mario Vargas Llosa
Desde el puerto he visto amanecer con tu ausencia sentada junto a mí
Amaia Montero
Porque crees que me has comprendido has dejado de comprenderme.
Antonio Porchia
Eso sí: tenía el genio fuerte y no consentía la más pequeña falta; pero su mucho rigor nos obligaba a quererle más, porque el capitán que se hace temer por severo, si a la severidad acompaña la justicia, infunde respeto, y, por último, se conquista el cariño de la gente.
Benito Pérez Galdós
En un pueblo de psicología negativa, el hombre de gran capacidad de acción se gasta con rapidez vertiginosa.
Francisco Antonio Encina
El amor... fuego y llamas durante un año y cenizas durante treinta.
Giuseppe Tomasi di Lampedusa
Cuando sale la luna creciente, a las cuatro o las cinco de la tarde, presenta una luz brillante y alegre como de plata; en cambio, después de media noche es apagada, triste y siniestra. Es una verdadera luna de noche de brujas.
Guy de Maupassant
¡Dientes, dientes, que eso es lo que les jode!
Isabel Pantoja
En el cansancio me fortalezco y maduro.
Janusz Korczak
Me asustaba el hecho de que iba a morir y me asustaba perder mi carrera deportiva. No estoy seguro de lo que pensé primero: nunca correré más o voy a morir.
Lance Armstrong
A cada edad de un hombre, el hombre se hace más grande.
Paulo Coelho
Me gusta jugar contra tipos que me han derrotado al principio de mi carrera, tratar de vengarme. Creo que será interesante ver cómo ambos hemos mejorado.
Roger Federer
El periodista es sólo un escritor que cuando toma la pluma, no espera en inmortalidad.
Ugo Ojetti
No tratemos de alabar lo que intentamos vender.
William Shakespeare
¡Oh amor poderoso¡ Que a veces hace de una bestia un hombre, y otras, de un hombre una bestia.
Los hombres usan máscaras para embellecerse. Pero a diferencia de la mujer, la decisión de embellecerse de un hombre siempre es un deseo de muerte.
Yukio Mishima