Es lo mejor que le puede ocurrir a un tipo, Ambrosio -dice Santiago-. Creer en lo que dice, gustarle lo que hace.
Mario Vargas Llosa
Las lamentaciones no sirven para nada; entregarse a ellas es perder el tiempo presente por un pasado que ya no nos pertenece.
Abel Dufresne
A fuerza de conceder derechos a todo el mundo, la democracia es el régimen que mata con mayor seguridad la bondad.
Albert Guinon
Eres el ángel que guarda la fe que tengo en todos mis sueños.
Amaia Montero
La bajeza y locura de los hombres son fenómenos tan comunes que preferiría creer que los sucesos más extraordinarios surgen por ellas, que admititir una violación tan marcada de las leyes de la naturaleza.
David Hume
Empezar es el trabajo de un día, pero acabar es el trabajo de una vida.
Edward Dwelly
La felicidad del hombre blanco no puede ser comprada por la miseria del hombre negro.
Frederick Douglass
El Socialismo es simplemente un estado del capitalismo monopolista que está hecho para servir los intereses del bien común y que hasta ese punto, ha cesado de ser monopolio capitalista.
Lenin
Es hombre innoble el que no sabe morir. Yo le he sabido desde los quince años.
Ludwig van Beethoven
La vejez es una condena sin derecho a recurso.
Marcello Mastroianni
Una cosa es que nos engañen y otra distinta que nos engañemos.
Mario Benedetti
La sociedad no son los hombres, sino la unión de los hombres.
Montesquieu
Dejemos que los chicos aprendan que la indulgencia procede de sus jefes de batallón, y la severidad de su comandante; atará con más fuerza los pequeños nudos de este tejido.
Orson Scott Card
El esposo de la vaca se llama toro, y es el que usan para las corridas de toros. Pero fuera de eso los toros no sirven para ninguna otra cosa, pues ni dan leche ni son comestibles, ya que su carne es demasiado dura para que uno la pueda masticar a gusto.
Roberto Gómez Bolaños
Nada me inspira más veneración y asombro que un anciano que sabe cambiar de opinión.
Santiago Ramón y Cajal
Piense usted en el tiempo que sustraemos al desarrollo de una idea, a la continuidad de un monólogo, a la visita de un recuerdo precioso, que, una vez interrumpidos, se escapan y se esconden en el desván de nuestra memoria para reaparecer quién sabe cuándo.
Xavier Villaurrutia