Enfrentándonos a los fanáticos homicidas defendemos nuestro derecho a soñar, y a hacer nuestros sueños realidad.
Mario Vargas Llosa
Confía, amigo: brillará la estrella del divino día, que Rusia se despertará, y, al derribar la monarquía, ¡Los nombres nuestros grabará!
Aleksandr Pushkin
Pocos negocios vence el ímpetu, algunos la fuerza, muchos el sufrimiento, y casi todos la razón y el interés.
Diego de Saavedra Fajardo
Debido al hábito (a la costumbre de haber observado en el pasado) creemos tener la certeza acerca de lo que acontecerá en el futuro (causa-efecto).
Francisco Clavero Valdivielso
A las armas compatriotas. Venganza contra el cruel español que ha derramado la sangre de nuestros más ilustres ciudadanos y ha asolado nuestro pais.
Francisco de Paula Santander
Virtud envidiada es dos veces virtud.
Francisco de Quevedo
No nos hagáis beber, ¡oh!, no, esas aguas minerales, benditas o lustrales, sino buen vino, ¡por lo que más queráis!
Georges Brassens
Querer ser libre es ser libre.
Gerardo Diego
Todo amor, como experiencia, es absolutamente original.
Hermann Keyserling
¿Y si la hubiera juzgado con demasiada severidad? ¿Y si fuera su vida un simple rosario de horas, sencillo y extraño como la vida de un pájaro alegre a la mañana, inquieto por el día, cansado a la puesta del sol? ¿Y si fuera su corazón simple y voluntarioso como el de un pájaro?
James Joyce
La bonanza económica global es ficticia y su inminente colapso es por la falta de ética.
Luis Zapata B.
Yo no soy populachera para nada, el público me ama, el público me respeta, pero con un amor elevado al cubo.
María Félix
Las empresas son personas, amigo mío... por supuesto que lo son!
Mitt Romney
Una mujer puede ser muy hermoso y un modelo ideal y se fotografiará increíblemente bien, pero que va a aparecer en el cine y no va a funcionar. Lo que funciona es algo de fusión de la belleza física con algún campo mental o como se llame. No se.
Oliver Stone
En un nido encontré los huevos para mi hambre para no morir, pero más allá olvido mis sueños, más allá me odio a muerte.
Paul Eluard
Fui, en la infancia, terriblemente feliz. Nunca me gustaron las muñecas. Para mis cumpleaños me hacía regalar arcos, flechas, hachas, rifles, cañones, soldados de plomo y esa magnífica carpa de indios que era mi gran orgullo.
Silvina Bullrich