- ¿Qué es un aquelarre? - Pues como un botellón pero en la Edad Media.
Mario Casas
Ryunosuke Agutawa, escritor japonés, antes de quitarse la vida, compuso una lista de suicidas históricos en la que incluyó a Cristo.
Adolfo Bioy Casares
Sólo hay dos cosas en el arte: la humanidad o la falta de ella. La simple forma, algún detalle en sí, no crea humanidad. Hoy en día contamos con suficiente arquitectura mala y superficial que es moderna.
Alvar Aalto
Es tiempo de medio silencio, de boca helada y murmullo, palabra indirecta, aviso en la esquina. Tiempo de cinco sentidos en uno solo.
Carlos Drummond de Andrade
El amor vuelve elocuentes a los que aman.
Christopher Marlowe
Entre un hombre y una mujer siempre subyace el deseo, pero si se lo supera, la amistad prospera. El matrimonio - aunque es una institución que une intereses diversos - siempre llega al minuto donde surge la amistad.
Enrique Ernesto Febbraro
Ningún acto de amabilidad, no importa si es pequeño, será desperdiciado.
Esopo
Alonso es el mejor del mundo, es más rápido que Hamilton y Massa y antes o después acabará en Ferrari.
Fernando Alonso
La misma tristeza inventa por sí misma muchos motivos de sentimiento.
Francisco de Quevedo
El hombre no deja de jugar porque se vuelve viejo. Se vuelve viejo porque deja de jugar.
George Bernard Shaw
¿Qué puedo decir de la vida? Que resultó ser larga. Únicamente con el dolor me siento solidario, pero hasta que me tapen con greda la boca, de ella solo saldrán agradecimientos.
Joseph Brodsky
Por prudencia, nunca me refiero a situaciones hipotéticas. Hay muchas cosas que podrían gustarme, y seguirían siendo situaciones hipotéticas, y yo evitaría referirme a esas situaciones hipotéticas.
Marcelo Bielsa
Es natural condición de mujeres despreciar a quien las quiere y amar a quien las aborrece.
Miguel de Cervantes
Ningún artista es nunca morboso. El artista puede expresarlo todo.
Oscar Wilde
Mide tus deseos, sopesa tus opiniones, cuenta tus palabras.
Pitágoras
Descubrí que el parentesco no es una garantía de amor y que me faltaban razones para defender a Harald.
Stieg Larsson