Es una característica argentina: destruir y empezar después de nuevo.
Mario Bunge
Pasa muy poco en doblaje que el alma se te conmueva y pase a la película.
Constantino Romero
Si nuestra mente se ve dominada por el enojo, desperdiciaremos la mejor parte del cerebro humano: la sabiduría, la capacidad de discernir y decidir lo que está bien o mal.
Dalai Lama
Las religionesorientales no evitaron una historia de brutalidad bélica en Asia, ni las religionesoccidentales pacificaron Europa.
Deepak Chopra
¿El amor? Al principio grandes palabras, luego palabritas y al final palabrotas.
Edouard Pailleron
Las mujeres del siglo XXI de cultura o influencia occidental se acuestan con quien quieren, cuando quieren y por los motivos que quieren, con lo que disminuye considerablemente su legitimidad histórica a proclamarse víctimas de los hombres seductores. No consintáis que os califiquen como villanos por seducir a una mujer si se encuentra en igualdad de condiciones.
Egoland
Que no ha de ser hablador el amor que ha de ser casto.
Francisco de Rojas Zorrilla
Todo lo que vive, resiste.
Georges Clemenceau
El poder es bueno cuando es dado por Dios para contener con él el temor al mal, no para cometer el mal temerariamente. Pues nada es peor que tomarse por el poder la libertad para pecar, nada es más infeliz que el tener la facultad para obrar mal.
Isidoro de Sevilla
¡Qué triste es amarlo todo sin saber lo que se ama!
Juan Ramón Jiménez
La infantilidad es uno de los caracteres más importantes y, en el más noble sentido del término, más humanos del hombre.
Konrad Lorenz
La sociedad no quiere que nadie se destaque. Es el único pecado que no perdona. ¡Desdichado del que es diferente de los demás!
Margaret Mitchell
Acepta la vida con todo lo que conlleva significa aceptar el imprevisto. Un hijo es la imprevisión pura.
Milan Kundera
Tanto sufrimiento fue un entrenamiento para saberte valorar.
Pablo Hasél
Construyamos con nuestro corazón lo que a otros se les hace difícil construir con sus manos.
Pedro Pantoja Santiago
Tengo una atmósfera propia en tu aliento, la fabulosa seguridad de tu mirada con sus constelaciones íntimas, con su propio lenguaje de semilla.
Vicente Huidobro