Las mujeres hacen grandes esfuerzos por salir de la imagen que se les ha impuesto. Pero hay suficiente verdad en ésta para que su repudio implique el repudio de una parte de ella que es cierta.
Marilyn French
Hoy se me presenta en Alemania como un hombre de ciencia alemán, y en Inglaterra, como un judío suizo. Si algún día las cosas cambiaran, se invertirían los términos y sería un judío suizo para los alemanes y un alemán para los ingleses.
Albert Einstein
Extraña cosa que el hombre que sufre quiera hacer sufrir a lo que ama.
Alfred de Musset
El cambio es la única cosa inmutable.
Arthur Schopenhauer
Cada vez tienen más sitio los idiotas.
Arturo Pérez-Reverte
Los hombres grandes por sí mismos, que no trafican con la gloria, para quienes el mando es un deber, la lucha una noble tarea, y el sacrificio una verdadera religión.
Bartolomé Mitre
La supervivencia no se trata de ser valiente. Se trata de tomar una decisión, seguir adelante y hacerlo, porque quiero ver a mis hijos de nuevo, o lo que sea la razón que sea.
Bear Grylls
La grandeza no consiste en hacer todo aquello que se quiere, sino en querer todo aquello que se debe.
Cristina De Suecia
Este país está condenado al éxito.
Eduardo Duhalde
Con las mujeres pasa lo que con las fotografías; hay un imbécil que guarda celosamente el cliché, mientras que otros más agudos se reparten las pruebas.
Henry Becque
En general, quienes no tienen nada que decir invierten el mayor tiempo posible en no decir nada.
James Russell Lowell
Las revoluciones empiezan por la palabra y concluyen por la espada.
Jean-Paul Marat
La poesía debe ser hecha por todos y no por uno.
Juan Gelman
Los hombres se casan porque están cansados, las mujeres por curiosidad: ambos sufren una decepción.
Oscar Wilde
La primera máxima de todo ciudadano ha de ser la de obedecer las leyes y costumbres de su país, y en todas las demás cosas gobernarse según las opiniones más moderadas y más alejadas del exceso.
René Descartes
Pasó por delante de la vida tímidamente, como si le dijese el presentimiento que el menor contacto de esos dos mundos, el suyo y el de otros, sólo podía engendrar dolor.
Théophile Gautier