Una reorganización drástica del hogar provoca cambios proporcionalmente drásticos en tu estilo de vida y tu perspectiva.
Marie Kondo
No soy un genio, hay ideas que se me ocurren en la ducha.
Adrian Newey
La felicidad es al mismo tiempo la mejor, la más noble y la más placentera de todas las cosas.
Aristóteles
El principio de no intervención es una de las primeras obligaciones de los gobiernos, es el respeto debido a la libertad de los pueblos y a los derechos de las naciones.
Benito Juárez
La inversión en conocimiento paga el mejor interés.
Benjamin Franklin
El futuro que tendrás mañana no será el mismo futuro que tenías ayer.
Chuck Palahniuk
Nada me hace más feliz que intentar ayudar a los más débiles y vulnerables de la sociedad.
Diana de Gales
Las más satisfactorias relaciones de lo sensible deben por tanto corresponderse con las fases indispensables de la aprehensión estética. Si podemos encontrar éstas, habremos hallado las cualidades de la belleza universal.
James Joyce
Es mejor saber algunas de las preguntas que todas las respuestas.
James Thurber
Yo os diría, ante todo, que debéis ser valientes. Sin valentía no hay forma de vivir. Y si queréis saber algo más, añadiría que es imprescindible poseer el don de amar.
Karen Blixen
El patrón oro tiene una tremenda virtud: la cantidad de dinero en circulación, bajo el patrón oro, es independiente de las políticas de los gobiernos y partidos políticos. Ésta es su ventaja. Es una forma de protección contra gobiernos despilfarradores.
Ludwig von Mises
No creo en el arte, creo en los artistas.
Marcel Duchamp
Amo a dios y amo a mi hijo. Para tu padre es un poco más complicado.
Nicole Kidman
La razón de que todos seamos tan amigos de pensar bien de los demás, es que todos tememos por nosotros mismos. La base del optimismo es simplemente el miedo.
Oscar Wilde
Como si fuese posible de alguna manera renunciar al combate singular que es cada persona.
Philip Roth
Es la función de todo comandante aquella de hacerse odiar por sus soldados, para que cuando acometan una orden en batalla la ejecuten con todo ese odio que reservan para ti, el odio extremo que les lleva a matar... Pero nunca pude imaginar que se pudiera llegar a odiar tanto, tanto odio, que se negaran a obedecer las órdenes de un superior; no se puede odiar tanto, no es posible.
William Faulkner