Frase de Mariano Moreno

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Sea que sigan dependiendo de España o que formen gobiernos independientes, lo cierto es que los sudamericanos, en este momento, abren... - Mariano Moreno

Sea que sigan dependiendo de España o que formen gobiernos independientes, lo cierto es que los sudamericanos, en este momento, abren sus brazos a Inglaterra: es indiferente en qué forma buscan nuestra ayuda, siempre que el incremento de los negocios y el nuevo mercado que nos ofrecen para la venta de nuestras manufacturas compense nuestra protección.

Mariano Moreno

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Explorar Frases

Con la música, la vida tiene más sentido.

Alejandro Sanz

Morir, para quien muere en Jesucristo, es saltar en el bajel que aporta a las playas eternas; es dormirse entre los hombres y despertar entre los ángeles.

Antonio Aparisi y Guijarro

No os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe.

Benedicto XVI

El camino hacia la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro.

Bernard-Henri Lévy

Una obra sin finalidad se parecería más a los delirios de un loco que a los sobrios esfuerzos del genio o del sabio.

David Hume

Nuestra adhesión a un jefe natural no es una pérdida de libertad, es el reconocimiento de que nuestras ideas tienen un ejecutor y un intérprete.

George Santayana

Remordimiento: arrepentimiento de haber esperado tanto para hacer algo.

H. L. Mencken

Ropa y modales no hacen al hombre, pero cuando los tiene, mejora mucho su apariencia.

Henry Ward Beecher

El sentido común es muy poco común.

Horace Greeley

Me siento igual que como si fuera 100.

Marcelo Ríos

Si yo fuera tú y ese tipo me atrajera tanto, le demostraría que con mi talla 44 puedo ser mucho más sexy, interesante y explosiva que otras con diez tallas menos.

Megan Maxwell

Los cochesmodernos parecen máquinas de afeitar eléctricas.

Mickey Rourke

A la pista de tenis se va a jugar al tenis, no a ver si las líneas son rectas.

Robert Frost

¡Levántate! No seas más una mentira viviente.

William Ernest Henley

Él que sobre todas las cosas amaba la muerte, y que quizá sólo amaba a la muerte, amó y vivió con deliberada y pervertida curiosidad, tal y como ama un enamorado que deliberadamente se reprime ante el prodigioso cuerpo complaciente, dispuesto y tierno de su amada, hasta que no puede soportarlo y entonces se lanza, se arroja, renunciando a todo, ahogándose.

William Faulkner