Sólo es pobre aquel que siempre desea más.
Mariano Aguiló
La más estricta justicia no creo que sea siempre la mejor política.
Abraham Lincoln
No estoy, ni nunca he estado, a favor de equiparar social y políticamente a las razas blanca y negra; que no estoy, ni nunca he estado, a favor de dejar votar ni formar parte de los jurados a los negros, ni de permitirles ocupar puestos en la administración, ni de casarse con blancos.
La verdad es que a medida que envejecemos matamos a quienes nos aman a fuerza de preocupaciones, a fuerza de esa ansiosa ternura que inspiramos en ellos y que de continuo despertamos.
Alain de Botton
El Teatro de la Crueldad ha sido creado para restablecer en el teatro una concepción de la vida apasionada y convulsiva, y es en este sentido de rigor violento y condensación extrema de elementos escénicos que debe entenderse la crueldad en la cual están basados.
Antonin Artaud
No hay cosa más fría que un consejo cuya aplicación sea imposible.
Confucio
En toda cosa hay que considerar el fin.
Jean de La Fontaine
Consiente en ceder cuando tengas razón, con tal de que sepas ser intransigente cuando estés equivocado.
Jean Rostand
Ley es la expresión de la voluntad general.
Jean-Jacques Rousseau
Si la recopilación que hoy presento con las divagaciones que me obsesionan tiene que sostenerse en alguna referencia retórica, podría ser sagitario. Al fin y al cabo, yo nací un 23 de noviembre.
Joan Fuster
El placer no es otra cosa que la interrupción del dolor, el goce de algo que me hace andar desasosegado hasta que lo poseo.
John Selden
Nunca me he puesto a pensar lo que pienso durante un partido.
Marcelo Ríos
Todavía hay una diferencia entre algo y nada, pero es puramente geométrica y no hay nada detrás de la geometría.
Martin Gardner
- No has hecho nada de lo que debas avergonzarte. - Benjamin Martin: No he hecho nada. Y por ello me avergüenzo.
Mel Gibson
Los seres humanos obramos por lo que nos gusta y lo que nos disgusta, no por los razonamientos abstractos que se derivan de ello.
Natsume Sōseki
Sobre la legalización del PCE: el Rey y Adolfo Suárez intuyeron que era un factor político esencial para la Transición y tuvieron un acto de coraje porque la decisión les enfrentaba con los generales del Ejército y con la extrema derecha.
Santiago Carrillo