Por el hecho de trabajar en noticias, muchas veces la gente se me acerca, pero no para saludarme sino para pedirme ayuda. La mayoría son personas que son refugiadas y quieren denunciar el drama por el que han pasado.
María Lucía Fernández
No tienes tú la culpa si en tus manos mi amor se deshojó como una rosa: Vendrá la primavera y habrá flores... el tronco seco dará nuevas hojas.
Alfonsina Storni
No puedo con las Drag son unas mamarrachas, han confundido circo con travestismo, que digo circo, mimo.
Antonia San Juan
Me siento libre cuando puedo renunciar a lo que soy, a cambio de lo que puedo llegar a ser.
Artur Balder
La calumnia está en todas partes; el calumniador no está en ninguna.
Eugène Scribe
Los recuerdos no pueblan nuestra soledad, como suele decirse; antes al contrario, la hacen más profunda.
Gustave Flaubert
Manten la cabeza siempre en alto. Que nadie vea que sufres.
John Lennon
No cabe duda que la gente tiene que estar loca o extrañamente obcecada para cifrar la principal esperanza de su fidelidad o seguridad común en una sola persona, la cual, en el caso de que sea buena, no puede hacer más que otro hombre, y si es mala tiene poder para hacer más daño que millones de otros hombres.
John Milton
Pellegrini es un excelente entrenador pero, en ocasiones, la excelencia se debe sacrificar por el bien de la rentabilidad.
Jorge Valdano
Yo soy entrenador, no soy Harry Potter.
José Mourinho
Para escribir bien es necesario tiempo y disposición.
Joseph Joubert
Allí donde habla el corazón, es de mala educación que la razón lo contradiga.
Milan Kundera
La puntualidad es una pérdida de tiempo.
Oscar Wilde
Somos inclinados a juzgar la intolerancia como un defecto de familia, un rasgo de personalidad, una distorsión de la naturaleza, cuando en realidad deberíamos considerarla una auténticafalta de carácter.
Paulo Coelho
Dame tus sueños para hacerte una diadema.
Ricardo Arjona
La primera enumeración de todos los Libros, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, está en los cánones de los apóstoles, que se supone fueron compilados por Clemente, el primer obispo de Roma, después de San Pedro.
Thomas Hobbes