En primer lugar pediros disculpas por si en algún momento me paso al valenciano, pero es mi lengua materna y tengo ese defecto. Si lo hago, me perdonáis, ¿eh?
María José Català Verdet
No existe nada más interesante que la conversación de dos amantes que permanecen callados.
Achille Tournier
El baile se considera un acto vertical nacido de un deseo horizontal.
Allan Pease
Lágrimas de mujer, fuente de malicia.
Anónimo
Cuando sueñas, lloras o bailas como un loco y el temor acecha, te duele el tiempo perdido y llueve. Escribe entonces.
Antonio Brañas
El amor es como el sarampión: cuanto más tarde llega, peor.
Douglas William Jerrold
El humor puede someterse a disección pero muere en el proceso, y sus interioridades espantan a la mente.
Elwyn Brooks White
Ser esclavos de la propia imagen puede llegar a desvirtuar a una persona.
Enrique Rojas
¿De qué sirve el ingenio cuando no nos divierte? No hay nada más fatigoso que un ingenio triste.
Iván Turguénev
Nuestra bandera no es un símbolo de un partido político porque ha de serlo de todos; no es un símbolo de la derecha ni de la izquierda porque ha de ondear en todo el espectro ideológico constitucional; no es un símbolo de los militares, aunque la custodian y la honran, sino también de los civiles.
José Bono
Comprenderás mejor la importancia del bien, si consideras que tu salvación eterna o tu condenación, depende únicamente de ti.
Juan Bosco
Me siento igual que como si fuera 100.
Marcelo Ríos
Hay un dato que no podemos obviar, que es que el 45 por ciento de los detenidos este año en Madrid son extranjeros. Eso no quiere decir nada, simplemente que son extranjeros y que debemos darle la máxima celeridad posible a los procedimientos de expulsión para evitar casos con el del moldavo.
Mariano Rajoy
Un hombre de estado debe tener el corazón en la cabeza.
Napoleón Bonaparte
Es extraño, pero a menudo ocurre que determinadas personas, importantes en nuestra existencia, al principio no nos gustan nada.
Susanna Tamaro
Es mejor que el que nos infunde miedo tenga más miedo que nosotros.
Umberto Eco